En su segunda declaración como imputado, el ex director de Administración y Finanzas de la Fundación de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Chile, Manuel Olivares, no solo relató cómo operaba el presunto fraude en la casa de estudios.
Olivares también reveló una segunda irregularidad: “La fundación fue utilizada igual que en caso MOP-Ciade, en que se usó la misma facultad para el pago de sobresueldos políticos”.
Según explicó el ex ejecutivo, esta causa consistió en la triangulación de dineros a través de la firma de un convenio de asesorías suscrito en agosto del año 2001, por $ 428 millones, entre el MOP y el Centro de Investigaciones Aplicadas de Economía (Ciade). Estos recursos que fueron destinados al pago de sobresueldos del personal de la Dirección de Obras Públicas.
“Había, a mi juicio, situaciones poco claras. Es el caso de David Bravo (el economista que encabezó la propuesta para cambiar el sistema previsional), tenía un sueldo como profesor de la facultad ascendente a unos $ 6 millones, y al mismo tiempo tiene un contrato con la fundación en que se le pagaba, además, entre $ 8 millones y $ 12 millones mensuales. Además, tenía una empresa propia, que se llama Asesorías Macroeconómicas, adjunté el contrato en esta declaración, en que se le pagaba otro monto similar”, declaró Olivares, y añadió que “lo mismo ocurría con (el ex ministro de Hacienda) Alberto Arenas. Tenía un contrato con la fundación ascendente a entre $ 8 millones y $ 12 millones mensuales”.
El imputado también declaró que los contratos de Bravo y Arenas llegaron a la entidad a través de la profesora Patricia Medrano.
Además contó el modus operandi del supuesto fraude. Indicó, por ejemplo, que en una reunión participó con el ex jefe de gabinete de Undurraga, Miguel Espejo, que está sobreseído en el caso, y el director de la fundación, Luis Felipe Mahaluf, quienes le entregaron varios post-it con los nombres y los montos de los contratos que debía realizar con la entidad estatal.
Foto: La Tercera