¿Un organizador para el cese al fuego o un apoyo total a los planes de Putin? plantean desde BBC sobre la actual situación de Bielorrusia, un país que es considerado cómplice de la invasión rusa a Ucrania.
En este momento, se podría considerar que tiene una posición ambigua sobre el conflicto, porque mientras se organizan en su territorio las negociaciones de paz, el régimen de Alexander Lukashenko ha facilitado su territorio para llevar a cabo la invasión.
El país es considerado en mucha ocasiones como el títere de Rusia, debido a la influencia que ejerce el gobierno de Vladimir Putin en dicho territorio.
Además, es gobernado por Alexander Lukashenko, a quien han denominado como “el último gran dictador de Europa” y preside el país desde 1994, asegurando su mandato hasta 2035.
El líder ucraniano Volodímir Zelenski, en primera instancia, rechazó participar de las negociaciones en Misk, la capital de Bielorrusia, por considerarlo un ultimátum. “Aceptaremos cualquier ciudad de un país que no se haya utilizado para lanzar misiles, solo así puede haber un dialogo honesto y poner término a la guerra“, dijo el presidente.
Sin embargo, Zelenski cedió y envió a una delegación a Misk para poner fin al conflicto, pese al escepticismo imperante en el país frente a las negociaciones de paz.
Si bien las fuerzas bielorrusas no han entrado al combate, se ha utilizado al país como base para lanzamiento de misiles y como plataforma para invadir parte del territorio ucraniano colindante.
Junto con eso, se destaca en la amenaza nuclear de Lukashenko en el reciente referéndum constitucional. Todo ocurrió el domingo, cuando Bielorrusia aprobó una nueva Constitución, donde deja de ser un país no nuclear.
Esta sería la primera vez desde su separación de la Unión Soviética que contaría con armamento de esta naturaleza. Vale recordar que con la separación de la URSS, las repúblicas soviéticas como Ucrania y Bielorrusia entregaron sus armas nucleares a Rusia a cambio de seguridad.
“Si ustedes (occidente) transfieren armas nucleares a Polonia o Lituania, a nuestras fronteras, entonces recurriré a Putin para que devuelva las armas nucleares que entregué sin ninguna condición”, dijo Lukashenko.
“La posible nuclearización de Bielorrusia, en mi opinión, es un juego de guerra fría. Putin podría, de esta forma, aumentar su amenaza sobre Europa” explicó Pablo Orellana, académico del King’s College de Londres a BBC.
Orellana hizo un paralelismo con la crisis de los misiles en Cuba durante el año 1962, cuando la Unión Soviética transportó armas hasta el país caribeño apuntando a las costas de Estados Unidos.