A medida que termina el confinamiento en España, la Consejería de Transportes de la Comunidad de Madrid recurrió al uso de la información de posicionamiento de las personas para mejorar el transporte público.
Los datos empezaron a obtenerse desde el pasado 13 de abril con el uso de la tecnología big data, desde donde se conocen los movimientos de más de dos millones de ciudadanos a través de sus teléfonos móviles.
La recolección es anónima y registra todos los desplazamientos superiores a los 500 metros dentro de Madrid, ya sea a pie y en transporte público o privado.
Con esto se busca hacer una radiografía a la movilización la zona, la que ofrece datos precisos, divididos por horas y cubre todos los estratos de la población.