Este miércoles se dio inicio al juicio que puede ratificar o suspender la condena de nueve años impuesta al ex presidente brasilero Luiz Inácio Lula da Silva por corrupción pasiva y lavado de dinero.
Si los tres magistrados de la octava sala del tribunal ratifican la condena, Lula podría quedar inhabilitado por el Tribunal Electoral Superior para las próximas elecciones presidenciales en octubre, donde aparece como favorito en todos los sondeos.
El ex mandatario enfrenta siete acusaciones, la mayoría por corrupción por presuntos sobornos recibidos de la constructora OAS.
La defensa del ex presidente brasileño pidió la nulidad por falta de pruebas del proceso contra su defendido.
“Lo que se tiene es un proceso nulo que generó una sentencia nula y un proceso en el que no fue hecha la prueba de culpa, pero sí la prueba de inocencia, que pido que sea reconocida”, afirmó Cristiano Zanin Martins en el tribunal.
Por su parte, Lula da Silva expresó esta mañana que se siente “extremadamente tranquilo” sobre el resultado del juicio en segunda instancia y aseguró que seguirá “luchando” hasta el día en el que muera.
“La única decisión que espero hoy es que, por 3 a 0, los magistrados digan que el juez Moro se equivocó al dar la sentencia (en primera instancia)”, aseguró el ex presidente en la localidad de Sao Bernardo do Campo, su cuna política, situada en el cinturón industrial de Sao Paulo.
Según consignó EFE, el ex líder sindicalista fue condenado el pasado mes de julio en primera instancia a nueve años y medio de prisión por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero, en una caso relacionado con la petrolera estatal Petrobras.
En ese proceso, el juez de primera instancia Sergio Moro dio por probado que la constructora OAS entregó al ex mandatario un apartamento en el balneario paulista de Guarujá a cambio de resultar favorecida en los contratos con la petrolera Petrobras.