Esta tarde el presidente Donald Trump confirmó que trasladará la embajada de Estados Unidos desde Tel Aviv hasta Jerusalén.
Así el país norteamericano se convierte en el primer país en romper el status quo clave del conflicto palestino-israelí al reconocer la ciudad santa como la capital de Israel.
Desde ayer una ola de líderes mundiales ha saltado ha criticar la medida. El mismo mandatario francés, Emmanuel Macrón, llamó a Trump para que desistiera de su decisión.
La ONU insistió en que el estatus final de Jerusalén debe ser resuelto en negociaciones directas entre Israel y los palestinos. Además recalcó la necesidad de avanzar hacia la solución de dos Estados.
“Quiero ser claro: no hay alternativa a la solución de dos estados. No hay un plan B”, afirmó el secretario general de la ONU, António Guterres.
La Unión Europea expresó su “grave preocupación por el anuncio de hoy del magnate sobre Jerusalén y las repercusiones que esto puede tener en las perspectivas de paz”, indicó la alta representante comunitaria para la Política Exterior, Federica Mogherini, en un comunicado.
Los expertos pronostican que la orden del mandatario desatará una ola de protestas en Palestina e Israel y pone en peligro las negociaciones de paz de un conflicto que ya dura siete décadas.
Por su parte, el gobierno de Turquía tildó la decisión adoptada por la Casa Blanca de “irresponsable” e ilegal.
“Esta decisión es una clara violación del derecho internacional y de las decisiones de Naciones Unidas al respecto”, escribió el ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu en su cuenta de Twitter.
Ayer el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, había amenazado con romper relaciones diplomáticas con Israel si Estados Unidos confirmaba el traslado de su embajada.
Mientras, en Europa, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, calificó la situación de “lamentable”.
Macron resaltó “el compromiso de Francia y Europa con la solución de los dos Estados, Israel y Palestina viviendo como vecinos en paz y seguridad en fronteras reconocidas internacionalmente con Jerusalén como capital de los dos Estados”.
El gobierno británico también expresó su descontento con las declaraciones de Trump.
“Discrepamos con la decisión estadounidense(…) Creemos que es de poca ayuda en lo que respecta a la perspectiva de paz en la región”, expresó el gobierno de Theresa May en un comunicado.
Egipto también anunció su “gran preocupación por las posibles consecuencias” en la estabilidad de Oriente Medio.
Y el Gobierno jordano mostró su rechazo al considerar que el paso de Trump supone “una vulneración del documento de la ONU que establece que el estatus de Jerusalén debe decidirse mediante negociaciones”.
El mayor rechazo llegó, por supuesto, de Palestina. Su presidente, Mahmud Abbas, anunció que Estados Unidos ya no será su intermediario para las negociaciones de paz con Israel.
Según el mandatario árabe, Trump viola “todas las resoluciones y acuerdos internacionales” con su decisión de reconocer Jerusalén como capital de Israel.
“En esta declaración ha elegido violar todas las resoluciones y acuerdos internacionales y bilaterales y contradecir el consenso internacional expresado por posiciones de varios países del mundo”, declaró.
Para la Autoridad Palestina, la decisión de Estados Unidos equivalen, a su juicio, a los comportamientos de Israel, por “negar los acuerdos, desafiar la comunidad internacional y animarles a seguir con la política de ocupación, asentamiento y limpieza étnica (…) presenta una retirada de su papel como promotor del proceso de paz”.
Por último, el también presidente de la Organización por la Liberación de Palestina, aseguró que el anuncio del magnate no cambia nada en la práctica.
“No cambia la realidad de la ciudad ni dará ninguna legitimidad a Israel. Es una ciudad árabe palestina, islámica y cristiana, y la capital eterna del Estado de Palestina (…) Este momento histórico debería servir como un incentivo para que aceleremos e intensifiquemos nuestros esfuerzos para terminar con la división, restaurar la unidad y asegurar la victoria de nuestro pueblo en su lucha por la libertad y la independencia”, dijo sobre el actual proceso de reconciliación entre las facciones palestinas, Hamas y Al-Fatah.
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