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El asesinato del ex presidente Abdullah Saleh amenaza con agraviar la crisis en Yemen

El ex mandatario había decidido tender su mano a Arabia Saudita y así romper relación con sus aliados hutíes, quienes lo acusaron de “traidor” y acabaron con su vida. Acá te dejamos las claves para entender la crisis política y humanitaria que azota al país desde 2015.

Por:

5 Diciembre, 2017

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Anoche los rebeldes hutíes asesinaron al ex presidente de Yemen, Alí Abdulá Saleh en una emboscada cuando intentaba huir de la capital.

Saleh quien hace unos días era aliado de los hutíes, grupo apoyado por Irán, decidió romper la alianza y “tender la mano” a sus enemigos, Arabia Saudita y a los países que lo respaldan para abrir el diálogo.

Los rebeldes consideraron la acción del ex mandatario como una “traición” por lo que acabaron con su vida.

La esperanza que tenía Yemen para lograr una cierta estabilidad se ha desplomado. Los expertos anticipan que la crisis en el país empeorará  y finalmente los más afectados seguirán siendo los civiles que resisten a duras penas una guerra civil hace tres años y la peor crisis humanitaria del mundo  marcada por una epidemia de cólera y hambruna que afecta la población.

Contexto

La nación más pobre del Golfo de Pérsico, es el escenario del conflicto entre las dos potencias de Oriente Próximo, Arabia Saudí e Irán, quienes luchan por la hegemonía regional.

El conflicto tiene su origen con la Primavera Árabe: el levantamiento popular de los ciudadanos del mundo árabe quienes reclamaban a sus gobiernos democracia y derechos sociales.

En 2011 el movimiento forzó la salida del entonces mandatario, Ali Abdullah Saleh, quien se vio obligado a entregarle el poder al vicepresidente Abd Rabbu Mansour Hadi quien de inmediato se alió con Arabia Saudita.

Se suponía que la transición política traería a Yemen estabilidad, pero el plan fracasó y provocó una complicada lucha de poder entre los simpatizantes de Saleh, el movimiento rebelde de los hutíes y las fuerzas de Hadi.

Saleh, conocido por su política camaleónica decidió unirse en 2014 a los hutíes. Alianza extrañísima pues en sus más de tres décadas al mando de Yemen, Saleh libró cuatro guerras en contra de este grupo.

Los rebeldes perpetuaron un golpe de Estado y expulsaron a Hadi de la capital Saná. Luego, junto con Saleh, lograron conquistar la mayor parte del país hasta que en marzo de 2015 Arabia Saudita acudió al rescate de Hadi y lanzó una operación militar a gran escala, en marcha hasta el día de hoy.

La incómoda alianza entre Saleh y los hutíes terminó el sábado tras meses de disputas. El ex mandatario decidió traicionar a los rebeldes luego de los enfrentamientos desencadenados entre los combatientes de su ejército y los hutíes, que dejaron 125 víctimas fatales y 238 heridos, según consignó el Comité Internacional de la Cruz Roja.

Con su muerte se desvanecen las esperanzas de solucionar en el corto plazo el conflicto que tiene al país sumido en la peor crisis humanitaria del mundo. 

Desde anteayer, la coalición árabe liderada por Arabia Saudita bombardea intensamente posiciones hutíes en Saná y sus alrededores en apoyo a los aliados de Saleh.

Por su parte el vocero de los rebeldes apoyados por Irán, Mohamed Abdelsalam, declaró la victoria sobre las fuerzas del ex mandatario y el “fin de la crisis”.

“Hemos limpiado todas las zonas en las que se habían desplegado las milicias de la traición”, indicó en un comunicado publicado en las redes sociales.

Desde que se desató la guerra en 2015, más de 10 mil civiles han perdido la vida y tres millones han sido desplazados. Además, el bloqueo por tierra, mar y aire, mantiene a los ciudadanos atrapados en lo que se podría llamar el infierno en la tierra. Más de 20 millones de personas, incluidos 11 millones de niños, necesitan asistencia humanitaria urgente. 

 

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