Se trata de uno de los ataques más sangrientos en la historia de Egipto. 235 muertos y 120 heridos es el saldo que deja hasta ahora el atentado terrorista contra los fieles que este viernes, día consagrado de la oración en el islam, rezaban en una mezquita sufí en Bir al Abed, ubicada al norte del Sinaí.
Desde que el Ejército derrocó en julio 2013 al presidente Mohamed Morsi, afiliado a los Hermanos Musulmanes, el Sinaí se ha convertido en el principal foco de violencia en Egipto.
Según consignó una fuente de seguridad a Efe, los atacantes habrían colocado artefactos explosivos de fabricación casera alrededor de mezquita Al Rauda. Luego esperaron a que los fieles salieran del templo para hacerlas detonar. Las personas que intentaron escapar fueron tiroteadas por los extremistas.
Las fuerzas de seguridad egipcia persiguen a los responsables. Aún ninguna organización se ha atribuido el ataque.
En la provincia del Norte del Sinaí opera la rama egipcia del grupo yihadista DAESH (ISIS), llamada Wilayat Sina, que se ha atribuido la mayoría de los atentados ocurridos en los últimos años en el país.
El Ministerio de Sanidad ha elevado la alerta en el servicio de ambulancias y todos los hospitales de la provincia, apuntó la agencia MENA.
El presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, está reunido con el Consejo de Defensa Nacional para analizar lo ocurrido. Además, desde la presidencia declararon tres días de luto nacional por las víctimas.