Eliana Krawczyk: la primera mujer submarinista de América Latina, jefa de armas del ARA San Juan
El desaparecido submarino argentino entró en una fase crítica: hoy sería su último día de oxígeno. La búsqueda se ha convertido en prioridad nacional.
Eliana Krawczyk, de 35 años, es la primera mujer submarinista de América Latina. Ella está a cargo del submarino ARA San Juan que desapareció el miércoles pasado, luego de informar una falla de batería.
Los 44 tripulantes que navegaban en el submarino, debían hacer un viaje desde Ushuaia a una base naval en Mar del Plata. Enrique Balbi, vocero de las Fuerzas Armadas informó que hoy es el último día de oxígeno para la nave. Las familias esperan inquietamente novedades sobre sus seres queridos.
Los familiares de Krawczyk están convencidos de que nació para lo que hace. Recuerdan claramente el día que fue a inscribirse en la Armada. Puso en su billetera una foto de su mamá, que había muerto hace un tiempo, y recorrió más de 2.000 km para cumplir su sueño y ser parte de la tripulación.
Cuando ya era oficial, quiso entrar a la Escuela de Submarinos. “A mí me dio escalofríos, no estaba muy contento, pero ¿qué le iba a decir? Ella es el submarino“, comentó uno de sus familiares a el Diario La Nación de Argentina.
“Tal vez tiene algunos génes de sus abuelos, que vinieron de Europa en barco. No sé, es una pasión inexplicable”, añadió.
Krawczyk terminó la escuela de submarinista en 2012, fue reconocida como mejor compañera de su generación. La “estrellita”, sobrenombre por ser la más chica de la familia, había logrado un sueño más.
Sus compañeros de la Escuela de Submarinos mandaron un comunicado a sus hermanos.”Todos estamos unidos por ella como siempre, adoramos a Eli como persona: profesional, amiga y mejor compañera. Estamos haciendo todo para volver a comunicarnos con el submarino y tenemos fe en que todo va salir bien. La familia de Eli es nuestra familia“.
Es en estos momentos, cuando sus hermanos intentan ser como Eliana. “Siempre mira para adelante con su carácter dulce y duro como el acero” mencionan sus familiares, al destacar su capacidad para superar situaciones difíciles. El fallecimiento de un hermano en un accidente de tránsito. Después, la muerte inesperada de su mamá, no fueron motivos para abandonar su sueño de ir a la Armada.
Krawczyk siempre que podía se contactaba con su familia y conversaban por varias horas. Sus hermanos están seguros que lo seguirán haciendo cuando vuelva. Uno de ellos se lo imagina: “Nos vamos a reír”.