Por mayoría absoluta el Senado español dio luz verde a las medidas que el gobierno de Mariano Rajoy propuso para frenar el proceso secesionista en Cataluña.
“Los españoles estamos viviendo hoy un jornada triste, en la que la sinrazón se ha impuesto a la ley y ha derribado la democracia en Cataluña, despreciando el interés general sin respeto por los derechos de la mayoría”, señaló Rajoy.
Tras la reunión del Consejo de Ministros el gobierno ordenó, como parte de la implementación del artículo 155, la disolución del Parlamento catalán, la destitución del presidente regional, Carles Puigdemont, de su vicepresidente, Oriol Junqueras, de todos sus consejeros y del jefe de los Mossos d’Esquadra (la policía autonómica).
También se ordenó la salida de los responsables del departamento de Interior del Gobierno regional, así como el cierre de las “embajadas” catalanas en el extranjero, excepto la de Bruselas.
Además, Rajoy convocó elecciones autonómicas para el 21 de diciembre, con el objetivo de “dar voz”a los catalanes lo antes posible.
“Estas son las primeras medidas que ponemos en marcha para evitar que los, hasta ahora, responsables de la Generalitat puedan seguir dando pasos en su escalada de desobediencia y agresión a nuestra Constitución y a la convivencia en Cataluña”, agregó eel mandatario español.