En Argentina la desaparición de Santiago Maldonado ha revolucionado a sus ciudadanos y dividido la sociedad argentina luego de que la Justicia, los organismos de derechos humanos y la familia calificaran el hecho de “desaparición forzada”, teoría que el gobierno rechazó de plano.
Ya han pasado 45 días desde la protesta que exigía la liberación del líder de la agrupación Resistencia Ancestral Mapuche, Facundo Jones Huala, y el artesano parece haberse esfumado de la faz de la tierra.
Mientras los oficiales aseguran que no existe certeza si quiera de que Maldonado estuvo presente en la redada, varios testigos de la comunidad Pu lof de Chubut dicen que el tatuador se sumó el 31 de julio a la protesta en la ruta 40.
Los mapuches aseguran que los manifestantes fueron reprimidos y desalojados por fuerzas policiales, lo que les obligó a replegarse hacia el río Chubut. La comunidad relata que también fueron baleados con escopetas y pistolas 9mm. Además, acusaron que sus carpas y pertenencias fueron quemadas por policías.
La versión de Gendarmería dice que sólo llevaban tres escopetas con postas de goma y bastones.
“El primero de agosto, pasada las 11.00, gendarmes desalojan la ruta 40 tras ser atacados con piedras por manifestantes. Ingresan al predio de la comunidad mapuche en la estancia Leleque. Todo sucedió en 15-20 minutos. Se secuestraron bombas molotov, machetes, motosierras y pinzas para cortar metal y un documento de identidad chileno”, informó la autoridad.
40 días después del evento el gendarme Neri Armando Robledo admitió que tras recibir un piedrazo en la rodilla arrojó “una roca pequeña” que golpeó la espalda de un encapuchado no identificado que cruzaba el río. La versión del policía dice que fue socorrido por otras dos personas que también cubrían su rostro.
Sin embargo, el testigo Matías Santana asegura que Santiago Maldonado -al que reconoció porque él mismo le prestó una chaqueta celeste- nunca cruzó el Chubut porque fue golpeado por tres gendarmes quienes lo metieron a un móvil policial y lo llevaron rumbo a Esquel.
Las autoridades policiales niegan los dichos de Santana. Según ellos nunca hubo contacto físico con los manifestantes y las dos camionetas Ranger y Eurocargo nunca se movieron de la casilla debido a que si descendían hasta el río hubieran quedado empantanadas. Además, la Justicia determinó que no se encontraron rastros de ADN del joven en ninguno de los vehículos policiales.
Santana afirmó que a través de binoculares vio como los gendarmes formaron una valla y sacaron un bulto de un Unimog que introdujeron en una camioneta que partió hacia Esquel. Dicha versión coincide con la de la testigo mapuche Claudia Pilquiman quien aseguró que dentro del predio los gendarmes formaron una barrera y cargaron un bulto en un camión Eurocargo que partió a toda velocidad hacia la intersección de las rutas 40 y ex 40.