Cuatro días han pasado desde que un terremoto 8,2 grados azotó México dejando al menos 96 víctimas fatales, la mayoría son de Oaxaca, 76, luego, Chiapas, con 16 y Tabasco, con cuatro.
Por su parte, el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, informó que solo en el istmo de Tehuantepec, la zona más castigada por el temblor, hay 800.000 damnificados, 12.000 viviendas se han caído o han sufrido desperfectos y más de 40.000 en Chiapas.
Debido a esta emergencia, muchas ciudades del país, organismos públicos, asociaciones de vecinos, sindicatos y particulares han organizado centros de acopio para recoger agua, comida, colchonetas y otros víveres y llevarlos al sur.
La desconfianza de los mexicanos con el gobierno
Si bien los mexicanos siempre han sido solidarios ante las catástrofes, se ha desatado una campaña en el país que llama a tener cuidado a quién se le está donando.
Esto debido a que en el 2013, tras el paso del huracán Manuel, que golpeó principalmente las costas de Guerrero, en el Pacífico, se mostraron videos de que presuntos empleados del gobierno vendían las despensas a damnificados, otros que las recibieron de manera gratuita con logotipos del gobierno del estado en los que se leía “El gobierno de Guerrero Cumple”.
Otra de las situaciones que genera desconfianza de los mexicanos con instituciones gubernamentales es la cuenta de banco que abrió el Senado para recibir efectivo como ayuda a los damnificados.
Tanto escritores y ciudadanos llaman a que nadie deposite dinero a la cuenta del Senado, pues hasta ahora no ha habido ningún pronunciamiento por parte de legisladores en el sentido de que donarán algún porcentaje de sus sueldos como ayuda a los damnificados y la reconstrucción de las áreas dañadas.
Cuando la gente llama por necesidad de ayuda nunca contestan @Mx_Diputados @senadomexicano ahora cínicamente piden a afectados para “ayudar” pic.twitter.com/PWcw4vf2nI
— Alejandro Solalinde (@padresolalinde) 11 de septiembre de 2017
Asimismo se ha criticado el uso político de la ayuda, principalmente de la primera dama Angélica Rivera Hurtado y parte de su familia, que se presentaron a un centro de acopio en un campo militar de la capital con chaquetas rojas, que fueron parte de la campaña electoral del Presidente Enrique Peña Nieto y que han sido utilizadas en distintos actos de proselitismo de los candidatos oficialistas.
FOTO: EFE.