El presidente de Francia, Emmanuel Macron, cumpliendo con sus promesas de campaña, presentó su reforma laboral, en medio de la baja de su aprobación de un 40%, 24 puntos porcentuales menos de lo que tenía en junio, según datos del Instituto Ifop para el Journal du Dimanche.
“Francia es la única gran economía de la Unión Europea (UE) que no consigue vencer el desempleo desde hace 30 años”, aseguró el Mandatario, en la presentación de esta iniciativa.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Estudios Económicos (Insee), el segundo trimestre de 2017, la tasa de desempleo en Francia era de 9,2% de la población activa. Siendo bastante mayor a la de Alemania (alrededor de 3,8%) y a la de Gran Bretaña (cerca de 4,4%), reveló Eurostat.
El proyecto que cuenta con 36 medidas en 200 páginas y en cinco decretos, busca: la reducción de las indemnizaciones, los acuerdos de sector en las empresas con menos de 50 trabajadores sin intervención de sindicatos, la reducción de cargas sociales de trabajadores y empleados, el ‘teletrabajo’ (para compensar calidad de vida) y la formación profesional, entre otras.
“Esta reforma fija un techo para las indemnizaciones por despidos improcedentes, que se decidían con bastante discrecionalidad en un organismo de arbitraje laboral”, aseguró Cony Stipicic en Duna en Punto.
Asimismo, la periodista explicó que algunos de los ejes fundamentales de la reforma es que en empresas de menos de 20 trabajadores asalariados, sin delegados elegidos por el personal, los dueños puedan negociar directamente con lo empleados y después someter a consulta los acuerdos de remuneración, tiempo de trabajo y organización.
Desde el gobierno, el primer ministro, Edouard Philippe, calificó el proyecto de “ambicioso y equilibrado”. Por su parte, los empresario se mostraron a favor de la iniciativa al igual que los sindicatos, que recibieron de buena manera la noticia.
Esta nueva iniciativa ha provocado que la Confederación Nacional del Trabajo y la nueva oposición francesa de Francia Insumisa, anunciaron que marcharán en su contra el proyecto el próximo 12 de septiembre.
La reforma busca entrar en vigor a fines de septiembre y el primer ministro prometió que este proyecto va a preservar “el modelo social francés”.
Como concluyó Stipicic, “claramente es un propuesta arriesgada (…) la pregunta es: si esto va a aumentar el descontento en Francia, si Macron ya se pegó el bajón que ya tenía que pegarse y le será indiferente o, de lo contrario, van a empezar enfrentamientos y movilizaciones” .
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