Conflicto entre Estados Unidos y Corea del Norte regresa a statu quo
Tras una semana de escalada de tensiones entre Donald Trump y Kim Jong-un, finalmente las amenazas se distendieron. Ambos gobiernos cambiaron el tono y rehabilitaron el carril diplomático.
Las relaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte volvieron a punto muerto. Dado el contexto, se trata de una excelente noticia pues al menos queda en pausa el riesgo de un ataque inminente.
Ambos gobiernos enviaron señales mutuas de distensión. Kim Jong-un, luego de revisar la estrategia con miembros de la cúpula militar, anunció que reconsiderará la ofensiva contra Guam. Esto porque desea observar “un poco más la conducta estúpida y necia” de Estados Unidos antes de dar la orden final, informó la agencia estatal de noticias.
Por su parte, desde Washington, el secretario de Estado, Rex Tillerson, insistió en que el gobierno de Donald Trump está interesado en negociar con el régimen de Pyongyang .
“Seguimos interesados en encontrar una manera de llegar a un diálogo, pero eso depende de él”, señaló Tillerson.
El secretario de Estado y su par de Defensa, Jim Mattis publicaron una columna en The Wall Street Journal donde afirmaron que la diplomacia es la herramienta predilecta del Gobierno para lidiar con la crisis diplomática con Corea del Norte. Independiente de que ese carril estuviera respaldado por opciones militares.
Al mismo tiempo China, principal aliado del gobierno de Kim Jong-un, volvió a hacer un llamado a ambos países a “poner freno” de manera urgente a las acciones y frases provocativas.
Lo mismo hizo Moon Jae-in, presidente de Corea del Sur y aliado de Estados Unidos, quien ayer emitió un fuerte comunicado televisivo exigiendo a Washington que no tomara ninguna decisión militar sin consultar de manera previa con ellos.
“Nadie debería poder decidir sobre una acción militar en la península coreana sin un acuerdo con Corea del Sur (…) Nuestro gobierno va a hacer todo lo posible por evitar que explote una guerra”, dijo el mandatario.
Tras la amenaza de Corea del Norte contra Guam, Donald Trump prometió responder con “fuego y furia” en represalia a un eventual ataque.
Guam es un territorio estadounidense en el Pacífico donde viven unas 160.000 personas. Estados Unidos mantiene allí dos bases militares, una naval y otra aérea.