El alcalde de Charlottesville Michael Signer responsabilizó al Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de los hechos de violencia y de racismo ocurridos en la ciudad el sábado.
“Miren la campaña electoral. La responsabilidad de lo sucedido es de la Casa Blanca” aseguró el edil sobre la manifestación de los supremacista blancos el sábado en la localidad de Virginia.
En tanto, el mandatario enfrenta acusaciones de todos los sectores por no haber condenado explícitamente la violencia de los racistas. Ante ello, la Casa Blanca lo defendió.
Trump condena “todas las formas de violencia, intolerancia y odio”, afirmó la Casa Blanca en un comunicado.
“El presidente dijo claramente que condena todas las formas de violencia, intolerancia y odio y obviamente esto incluye a los supremacistas blancos, el KKK y neo-nazis y todos los grupos de extremistas. Pidió la unidad del país”, enfatizó el comunicado.
Por su parte el presidente, tras el ataque, aseguró a través de twitter que “TODOS debemos estar unidos y condenar todas las posturas de odio. No hay lugar para este tipo de violencia en América. ¡Juntémonos todos como uno!”.
We ALL must be united & condemn all that hate stands for. There is no place for this kind of violence in America. Lets come together as one!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 12 de agosto de 2017
La marcha de los supremacista blancos desato enfrentamientos entre los manifestantes y contramanifestantes que dejaron un muerto (una mujer de 32 años), al menos 34 heridos y un número indeterminado de arrestados. El fallecimiento se produjo después de que un vehículo atropellara a un grupo de manifestantes contra los supremacistas blancos que caminaban por la calle.
Según la policía, el conductor del vehículo era James Alex Fields, de 20 años, quien está acusado de varios delitos, entre ellos, asesinato. El Gobierno federal ha abierto una investigación sobre una posible violación de derechos civiles en el atropello, es decir que estuviera motivado por una discriminación racial.
Durante al manifestación, un helicóptero de la policía que supervisaba los incidentes se estrelló a 11 kilómetros de Charlottesville, accidente que dejó a dos oficiales muertos.