A pesar de que en algún minuto las relaciones de Rusia con Estados Unidos parecían estar en buenos términos con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, esto cambió el martes, cuando la Cámara de Representantes de la primera potencia mundial aprobó un proyecto del ley que endurece las sanciones contra el Kremlin, hecho que fue considerado como una “insolencia” por parte del presidente ruso Vladimir Putin.
“Estamos comportándonos de una forma muy contenida y paciente, pero en algún momento necesitaremos responder”, advirtió el presidente ruso en Savonlinna, Finlandia.
Asimismo, aseguró este miércoles que“es imposible tolerar infinitamente este tipo de insolencia contra nuestro país”, tras reunirse con su homólogo finés, Sauli Niinisto.
Si bien el mandatario no precisó cómo responderá a estas medidas, sí confirmó que existirán “cuándo se lleve a cabo la respuesta y de qué forma, es algo que ya veremos”.
La sanciones de EE.UU. contra Rusia
La Cámara de Representantes de Estados Unidos convirtió en ley las sanciones impuestas por el gobierno de Barack Obama contra Rusia, lo que blinda a la Casa Blanca de poder eliminar estas medidas contra Moscú.
Si bien esta iniciativa pasa a manos del Senado, que si bien no tiene fecha de votación, contempla, además de Rusia, sanciones contra Irán y Corea del Norte.
Esta medida aumenta las restricciones a terceros países para hacer negocios con empresas rusas, en particular en el sector energético, lo que preocupa a gobiernos europeos por la posibilidad de eventuales sanciones por apoyar proyectos de gasoductos con Moscú.
Ante esto, desde la Casa Blanca la vocera Sarah Huckabee Sanders aseguró que el presidente aún no ha decidido si vetará el proyecto de ley.