Una nueva ola de protestas contra Israel se han registrado los últimos días en Jerusalén, Cisjordania y en Amán (capital de Jordania).
Las tensiones entre Palestina e Israel volvieron a endurecerse luego de que el gobierno israelí anunciara que mantendrá los detectores de metales y las cámaras de seguridad en una zona sagrada del este de Jerusalén.
¿Qué importancia tiene este lugar?
Los judíos reconocen este lugar como el Monte del Templo lugar donde, según la Biblia, se produjo el sacrificio de Isaac. Es el lugar más importante para esta religión.
Aquí también se encuentra la mezquita de Al Aqsa. Para los musulmanes es el tercer lugar más sagrado del Islam después de la Meca y la ciudad de Medina.
Esta zona conocida como Jerusalén Oriental o Jerusalén Este, es parte del territorio palestino según la ONU. Sin embargo permanece bajo ocupación ilegal israelí desde la “Guerra de los Seis Días” de 1967.
¿Por qué las autoridades israelíes tomaron esta decisión?
El pasado 14 de julio tres árabes-israelíes ingresaron armados y mataron a dos policías israelíes. Los atacantes fueron perseguidos y también resultaron muertos.
El gobierno de Benjamín Netanyahu argumenta que los detectores de metales son necesarios para prevenir ataques similares.
Por su parte los palestinos creen que este es un movimiento de Israel para afianzar el control sobre un sitio sagrado musulmán, lo que supone una violación a los acuerdos con la Autoridad Palestina.
Desde que se aplicaron las medidas muchos palestinos optaron por rezar en las calles para no pasar por el detector de metales.
Palestinos musulmanes rezan en las calles
¿Qué otros eventos violentos se han registrado?
Según informes de la Media Luna Roja (equivalente a la Cruz Roja) cuatro civiles palestinos han muerto en enfrentamiento con las Fuerzas de Seguridad israelíes, y al menos 510 resultaron heridos tras las protestas del fin de semana en Jerusalén Este y Cisjordania.
Las Fuerzas israelíes repelieron con maquinaria pesada a los manifestantes
El pasado viernes un joven palestino publicó en su cuenta de Facebook: “Tengo 20 años y muchos sueños, pero no hay vida después de lo que he visto en Al Aqsa”.
Horas después ingresó a una colonia judía ubicada en Territorio Palestino Ocupado y apuñaló a cuatro miembros de una familia judía de los cuales tres resultaron muertos.
Algunos ministros israelíes piden que el palestino reciba pena de muerte, castigo que no se ha utilizado formalmente desde 1962.
Al mismo tiempo el primer ministro Benjamín Netanyahu anunció la demolición del hogar del joven como represalia. Esta forma de castigo es utilizada en contra de algunos palestinos que cometen crímenes y que afecta a las familias que no tienen que ver con el hecho delictivo.
“La casa del vil terrorista será destruida tan pronto como sea posible”, aseguró Netanyahu.
¿Qué opinan las distintas autoridades israelíes sobre esta medida?
La instalación de detectores de metales y de cámaras de seguridad genera opiniones divididas entre las autoridades israelíes.
Tanto el Ejército como los servicios de seguridad interna, el Shin Bet, advirtieron al Gobierno que los detectores no son recomendables, ya que despertarán nuevas protestas de miles de musulmanes.
La ministra de Cultura, Miri Regev, atacó con dureza a los servicios de seguridad, afirmando que su recomendación es absurda y que “los detectores deben permanecer para impedir la entrada de armas”.
Opinión parecida tiene el ministro de Desarrollo Regional, Tzachi Hanegbi.
“Van a permanecer. Los asesinos nunca nos dirán cómo buscar a los asesinos”, dijo a la radio oficial del Ejército.
Por su parte el mayor general Yoav Mordechai, pidió a los musulmanes presentar otras medidas alternativas para asegurar el templo.
El ministro de Seguridad Pública de Israel, Gilad Erdan, también se abrió a la posibilidad de que los detectores fueran reemplazados por otras medidas.
Sin embargo, los analistas piensan que el gobierno israelí no quiere dar la impresión de que cede ante la presión palestina.
¿Qué medida tomó la Autoridad Palestina?
El presidente palestino, Mahmud Abbas, ordenó congelar todo contacto con Israel mientras los detectores de metales permanezcan instalados.
“Quedan suspendidos los contactos entre gobernadores regionales, ministerios y todos los demás niveles (…) Los palestinos tenemos soberanía sobre la mezquita de Al Aqsa”, dijo.
El mandatario aseguró que la única excepción será la coordinación de casos humanitarios, como palestinos enfermos que deban asistir a hospitales israelíes.
No queda claro si el congelamiento de relaciones incluye la coordinación de asuntos de seguridad, cosa que no ha ocurrido en más de una década desde que Abbas está en el mando.
¿Cómo reaccionó la comunidad internacional?
El domingo, la Liga Árabe, una asociación regional de países, dijo que Israel estaba “jugando con fuego” y que “ningún árabe o musulmán aceptará violaciones” contra sitios sagrados en Jerusalén.
“El mundo musulmán no callará ante los acontecimientos de Al Aqsa”, dijo el presidente turco, Recep Erdogan en paralelo a una gran manifestación en Estambul.
Durante su discurso en la plaza de San Pedro el Papa Francisco también se refirió al tema.
“Estoy siguiendo con inquietud las graves tensiones y la violencia en Jerusalén. Siento la necesidad de expresar un sincero llamamiento a la moderación y al diálogo”, señaló.
Desde la Casa Blanca aseguraron estar “muy preocupados” con la situación e informaron que actualmente están trabajado con Isarel y Jordania para mitigar la crisis.
El Consejo de Seguridad de la ONU discutirá acerca de esta crisis en su sesión de este lunes.
Sin embargo, nadie ha anunciado sanciones para Israel. Al igual que en otras situaciones similares en el pasado, la comunidad internacional se queda en represalias verbales.