En cuatro meses de protestas en Venezuela 99 personas han perdido la vida debido a la brutal represión de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
Durante el masivo “paro cívico” del jueves dos jóvenes murieron baleados por la policía durante las redadas.
Henrique Capriles, líder opositor y gobernador de Miranda, denunció la situación desde su cuenta de Twitter.
Falleció otro de los jóvenes heridos en Santa Eulalia de nuestros Teques!Fueron 2 asesinados!Esbirros llegaron disparando!QEPD!JUSTICIA!
— Henrique Capriles R. (@hcapriles) 21 de julio de 2017
Se trata de Ronney Tejera, de 24 años quien marchaba en el sector de Los Teques, en Miranda y Andrés Uzcátegui, de 23 años, en Carabob. Ambos fueron atacados por la GNB.
La paralización del país desató la furia de Nicolás Maduro quien ordenó la “captura de todos los terroristas”, refiriéndose a la oposición.
Entre ellos se encuentra Freddy Guevara, vicepresidente del Parlamento y mano derecha de Leopoldo López en Voluntad Popular.
“Este muchacho estúpido ya tiene su celda lista. Estoy esperando la Constituyente. Terrorista imbécil”, advirtió Maduro sobre Guevara.
A pesar de la amplia convocatoria que tuvo el plebiscito del MUD donde alrededor de 7,5 millones de venezolanos se mostraron en contra de la Asamblea Nacional Constituyente, el jefe de Estado insiste en llevar a cabo la elección de delegados el 30 de julio.
Mercosur
Existen discrepancias sobre la situación de Venezuela entre los cuatro miembros permanentes del bloque del Mercosur.
Mientras Brasil y Argentina sugieren dar un paso adelante en materia de definiciones sobre la realidad política caraqueña, Uruguay y Paraguay se oponen.
El líder uruguayo, Tabaré Vázquez señaló que lamenta “el triste momento para el hermano pueblo venezolano”. Aseguró que “rechaza la violencia” y que siente un “enorme dolor por la muerte de tantos compatriotas latinoamericanos”.
Sin embargo, negó cualquier intervención en el país bolivariano argumentando que Uruguay defiende “el respeto a la autodeterminación y el rechazo a la intervención en asuntos internos de otros países”.
Ofreció ayuda al gobierno de Maduro para encontrar “un camino a través del diálogo respetuoso y participativo, con la búsqueda de soluciones pacíficas que puedan traer unos mejores tiempos para Venezuela”. Incluso dijo que estaría dispuesto a servir como mediador del conflicto entre “las distintas partes en pugna”, y así profundizar la democracia.
Desde Paraguay se oponen a la aplicación de medidas “radicales” como sanciones políticas o económicas a Venezuela. Sobre todo después de lo que ocurrió con Asunción en 2012 cuando los otros tres socios permanentes votaron para suspenderlos temporalmente debido a la decisión del Congreso paraguayo de alejar de su cargo al ex presidente Fernando Lugo.
Por su parte, Daniel Raimondi, director de asuntos regionales y del Mercosur de Argentina, sostuvo que si Maduro lleva a cabo su Asamblea Constituyente, Venezuela se aproxima hacia una ruptura institucional. Sin embargo, aclaró que “no existe la expulsión en el Mercosur” y descartó cualquier tipo de sanción económica ya que ese tipo de medidas podrían afectar directamente al pueblo venezolano.
“El pedido es que Venezuela se abstenga de convocar a la elección de constituyentes porque es un paso en la dirección no deseada”, resumió el vicecanciller argentino.
Según consignó Clarín, la postura final del mercado común del Sur no es todo lo que hubieran pretendido Argentina y Brasil. Finalmente, se limita a criticar las decisiones políticas de Maduro y a demandar que el gobierno chavista “adopte” medidas concretas y concertadas con la oposición, “para asegurar la efectiva separación de poderes, el respeto del Estado de Derecho, los derechos humanos y el respeto de las instituciones”.
