Venezuela: Plebiscito histórico intensifica presiones contra Nicolás Maduro y su Constituyente
El domingo alrededor de 7,5 millones de personas sufragaron para oponerse a la Asamblea Constituyente organizada por el Gobierno Venezolano. El mandatario descartó las exigencias del referendum y el oficialismo calificó las elecciones como “un gran engaño”.
A pesar de que estuvo por debajo de las expectativas de la oposición, el plebicito del domingo en Venezuela, para manifestarse en contra de la Asamblea Constituyente de Maduro y a favor de un gobierno de unidad, fue un éxito.
Alrededor de 7.5 millones de personas acudieron a las urnas con todas las dificultades que, según la oposición, esto implicó: apenas dos semanas de organización, un número de centros electorales que representa apenas una fracción de los disponibles para unos comicios regulares y la censura total en los medios oficiales, entre otros.
Así y todo alcanzó el mismo número de votos que le dieron la victoria a Nicolás Maduro en 2013 cuando asumió como presidente.
“Creo que los resultados tienen un significado táctico y otro estratégico (…) El primero es que la Asamblea Nacional, tan golpeada, queda relegitimada para reasumir sus competencias y avanzar en la designación de los nuevos miembros del Tribunal Supremo y del Consejo Electoral. El otro es el mandato para formar un Gobierno de unidad nacional”, explicó a El País la analista política y profesora de la Universidad Simón Bolívar (USB) de Caracas, Colette Capriles.
La experta señaló que el fenómeno del domingo no tiene “parámetros ni antecedentes”.
“Era algo entre una elección y una protesta, algo que tal vez se podría llamar una protesta electoral, que sin embargo no puede ser medida ni con los criterios de una ni con los de la otra. A las cosas que haces debes darle un contexto, pero la verdad es que nadie se atrevió a darle un framing adecuado a la manifestación opositora del domingo, ni siquiera a dar señales en términos de manejo de expectativas; todavía el sábado nadie daba ni un centavo por lo que sucedería el domingo“.
La Mesa de Unidad Democrática (MUD) llamó para este jueves a un paro cívico nacional de 24 horas para incrementar la presión contra la Constituyente de Maduro programada para el 30 de julio.
Además, el miércoles se daría el primer paso para la conformación de un gobierno de unión nacional y el viernes se confirmarían a los nuevos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), en lo que supone la creación de un Ejecutivo y de una Corte paralelos.
Estos jueces que deberían ser designados hoy, sustituirían a los que fueron designados de forma ilegal en diciembre de 2015, los mismos que se han convertido en el martillo revolucionario contra el Parlamento y contra Luisa Ortega, la rebelde fiscal general.
Ayer el mandatario venezolano compareció para rechazar el ultimatum de la oposición y descartó sus exigencias. Al contrario, insistió que “el domingo 30 de julio en Venezuela habrá un milagro, el milagro de la asamblea nacional Constituyente”. Y agregó que el resto de campaña debe ser para que los candidatos sean bien conocidos.
Desde el oficialismo definieron el plebiscito del domingo como un “gran engaño” y descalificó los resultados asegurando que los organizadores del evento se habían inventado cinco millones de votos.
El MUD anunció que los comicios del domingo anunciaban el inicio de la hora cero, el ultimatum al régimen de Nicolás Maduro para evitar la celebración de la Constituyente. De lo contrario intensificarán la presión con las protestas callejeras de venezolanos que protestan desde abril y que ha dejado un saldo de un centenar de fallecidos.