Tres decenas de muertos, 24 personas hospitalizadas (la mitad de ellas en estado crítico), y 76 desaparecidos. Ese es el último balance entregado por el comandante de la Policía Metropolitana de Londres, Stuart Cundy, tras el fatídico incendio de la Torre Grenfell.
Las autoridades confirmaron que lograron apagar completamente las llamas, pero aún se desconocen las causas del siniestro, claro que Cundy no cree que haya sido intencional: “En estos momentos, no hay nada que sugiera que el fuego fue provocado deliberadamente”.
En relación a las personas desaparecidas aseguró que no esperan “encontrar más supervivientes”.
El incendio comenzó la madrugada del miércoles en un edificio ubicado en el barrio de Notting Hill, donde vivían cerca de 500 familias. Según los bomberos que atendieron la tragedia, que destruyó por completo 24 plantas del inmueble, se trataría de un “incidente sin precedentes”.