Michel Temer, investigado por corrupción, asociación delictiva y obstrucción a la justicia, había autorizado, por medio de un decreto, la intervención de las Fuerzas Armadas brasileñas en Brasilia para reprimir protestas en su contra, pero hoy dicho decreto se revocó, púes fue criticado por diversas organizaciones sociales protectoras de derechos humanos.
Como el Consejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de Brasil comunicó que el uso de la fuerza militar “pone en peligro la estabilidad de las instituciones democráticas y republicanas de este país”. También se pronunció el Sindicato de Periodistas del DF (SJPDF) que repudió los actos violentos contra periodistas realizadas por militares durante las manifestaciones.
La manifestación, convocada principalmente por la Central Unida de Trabajadores (CUT) y la Fuerza Sindical (las dos mayores confederaciones gremiales de Brasil) originalmente pretendía lograr la renuncia de Temer, pero a estas alturas la demanda consiste en la realización de elecciones directas. Hoy los medios brasileros hablan de 120.000 personas que asistieron, muchas que habrían viajado desde distintas localidades hasta la capital del país para exigir la retirada del presidente, que por su parte dice: “Que me echen, yo no renunciaré”.
La represión comenzó cuando los manifestantes, que se juntaron en el Estadio Mané Garrincha, iban llegando al Congreso, donde los detuvo una barrera conformada por la Policía Militar que disparó contra la masa con balas de goma y gaces lacrimógenos dejando varios heridos. Luego de eso, los manifestantes se dirigieron a los ministerios de Hacienda y Agricultura con el propósito de incendiarlos. En eso, el gobierno brasilero ordenó la evacuación de todos los edificios de la Explanada de los Ministerios, calle donde se encuentran las dependencias de todas las carteras y hubo una batalla campal entre militares y encapuchados. Julia Carneiro, corresponsal de BBC en Brasil expresó:
“La amplia explanada de los ministerios en Brasil repentinamente se transformó en un campo de batalla, con nubes de humo que salían del interior de un ministerio y choques entre la policía y los manifestantes”
Al menos 7 ministerios sufrieron daños, además de la Catedral y el Museo Nacional de la República. Todos estos edificios son obra del arquitecto Oscar Niemeyer y son considerados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La Constitución de Brasil indica que si el presidente cae, tendrá que asumir el poder el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, conservador aliado de Temer, quien debiese organizar en 30 días una elección indirecta, o sea, el Congreso Nacional debe elegir un sustituto, opción que los manifestantes no están dispuestos a aceptar por rechazo a que los aliados de Temer busquen un reemplazo del mismo corte.
Las protestas también se están produciendo en otras localidades del país, como por ejemplo en Río de Janeiro. Ya hay 49 heridos y 8 detenidos entre los manifestantes. La Policía Militar también notificó 6 agentes lesionados y los servicios médicos de Brasilia pidieron donaciones de sangre anticipadamente para prevenir el alza de los heridos.
Getty
Getty
