A través de un decreto, el Presidente de Brasil, Michel Temer, autorizó a las Fuerzas Armadas a intervernir en Brasilia, capital del país, debido a los desmanes provocados por manifestantes.
“En este momento ya hay tropas federales aquí, en el palacio de Itamaraty, y ya están llegando tropas para asegurar la protección de los edificios ministeriales”, anunció el ministro de Defensa, Raul Jungmann.
El secretario de Estado señaló que “el Presidente de la República resalta que es inaceptable el vandalismo, que es inaceptable el descontrol, y que no permitirá que esos actos perturben un proceso que se desarrolla de forma democrática y con respeto de las instituciones”.
Un grupo de manifestantes atacaron a pedradas varios ministerios a lo largo de la Explanada que conduce al Congreso y consiguieron invadir una sala del Ministerio de Agricultura, donde prendieron fuego.
Según la Secretaría de Seguridad del Distrito Federal, unas 35.000 personas respondieron al llamado para exigir la salida del presidente de Temer.