Este viernes los iraníes llegarán a las urnas para elegir entre cuatro candidatos presidenciales, al mandatario para el periodo 2017-2021.
El actual presidente, Hassan Rodahi, quien se presenta para la reelección, ha enfocado su campaña en el acuerdo nuclear logrado en 2015. Pacto que serviría para acabar con el aislamiento de Irán a nivel nacional.
Sin embargo, el conservador Ebrahim Raisi, la principal competencia de Rodahi, tiene un enfoque opuesto. El candidato, quien es escéptico a occidente, hace énfasis en los temas económicos y la lucha contra la corrupción, al mismo tiempo que critica el acuerdo nuclear.
Hasta el 17 de mayo, Rodahi (morado) llegaba casi al 65% de las preferencias, pero en constante escalada le sigue el conservador Raisi (amarillo), que acumulaba cerca del 35%.
BBC Mundo explicó los cinco principales temas que se deben conocer sobre las elecciones en Irán.
1.Irán, actor clave en Medio Oriente y el mundo
El programa nuclear logrado por Rodahi podría estar sujeto a cambios. Si bien el poder supremo reside en manos del ayatolá Alí Jamenei, pasar de un moderado a un conservador podría transformar la política externa del país.
Fue el presidente actual quien convenció al ayatolá -quien tiene una relación cercana con los conservadores-, para que diera su bendición al acuerdo firmado con las potencias mundiales. Pero, si Raisi es elegido existen posibilidades que el pacto sea cancelado.
Independiente de quién sea electo es difícil que las relaciones con Estados Unidos se normalicen.
Tampoco se esperan grandes reformas políticas, como algún tipo de mejoras en áreas como los Derechos Humanos, la libertad de expresión o los medios de comunicación. Esto debido a que las estructuras principales de la nación, como la Justicia o el aparato de seguridad, están en manos de los conservadores.
2. ¿Cómo se estructura la política en Irán?
El país es una mezcla de sistemas. Hay dos bloques mayoritarios en el parlamento, pero realmente el poder es de los conservadores, quienes no son electos por el pueblo, sino que nombrados por el ayatolá. Su deber es mantenerse como neutrales, pero han fallado rotundamente.
Al igual que todas las instituciones en las que hay nombramientos, la mayoría siempre es conservadora. Ellos son quienes deciden cuánta libertad social y política se sienten seguros de permitir. Por esto, y como se ha visto reflejado en los últimos cuatro años, aunque el pueblo elija un candidato moderado, las reformas políticas en estos ámbitos son muy difíciles.
Por lo general los iraníes comprenden el poder limitado que tienen los mandatarios para hacer reformas significativas. Por esto evalúan a sus presidentes en base a lo que pueden lograr de forma razonable con la estructura actual.
3. Candidatos y elecciones
Cualquiera puede inscribirse como candidato, pero nadie puede continuar sin la aprobación oficial del Consejo de Guardianes, entidad que no es elegida democráticamente y está compuesta por una mayoría conservadora.
Dejando eso de lado, las elecciones son por lo general, libres y justas. La mayor abstención para una elección presidencial ha sido de un 51%. Mientras que la mayor asistencia fue del 85% del censo electoral.
4. Las mujeres son políticamente activas
Irán ha tenido vicepresidentas, ministras, parlamentarias y miembros del concejo. Aunque queda mucho por avanzar en el área de los derechos de las mujeres, ellas juegan un rol muy importante en la política del país.
Ningún candidato puede ganar las elecciones si muestra algún desprecio por las mujeres o si ignora sus cuestionamientos.
Sin embargo Irán nunca ha tenido una presidenta mujer. Aunque las leyes no lo impiden explícitamente, el Consejo de Guardianes nunca ha aprobado una candidatura femenina.
5. El desarrollo económico es el tema que más preocupa a los iraníes
Mejorar la calidad de vida es la principal preocupación de los ciudadanos. El desarrollo de la economía se ubica en el mismo lugar que las políticas de libertad y los derechos humanos.
La corrupción viene en segundo lugar como tema más importante, que muchos ven relacionado con un mal manejo económico.
En esta parte del debate es donde Rouhani necesita ganar si quiere permanecer en el poder por un segundo mandato.
