El presidente ruso, Valdimir Putin, rompió el silencio respecto del huracán que enfrenta Donald Trump en Estados Unidos por posible intervención del Kremlin en las elecciones a la Casa Blanca.
Ayer fue el mismo Trump quien admitió haber revelado información secreta al embajador Sergéi Kislyak, y al ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergéi Lavrov, en una cita bilateral coordinada en la Casa Blanca. El mandatario se defendió asegurando que “estaba en todo el derecho” y que era información relevante en materia de prevención del terrorismo.
Esta mañana, Putin aseguró que tiene la grabación de la conversación entre Lavrov y Trump, señanlando que el ministro de Asuntos Exteriores ruso no utilizó ninguna información otorgada por el republicano esta semana en la Casa Blanca, y que Estados Unidos sufre de “esquizofrenia política”, según consignó The Washington Post.
La polémica dio un giro la semana pasada luego de que el mandatario estadounidense le pidiera la renuncia al director del FBI, James Comey, quien impulsaba la investigación sobre el antiguo consejero de Seguridad Nacional, Michael Flynn, uno de los personajes más oscuros de la trama rusa y cuya conducta está siendo revisada por el Comité de Inteligencia del Senado.
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