Este jueves, Estados Unidos lanzó 50 misiles balísticos Tomahawk sobre instalaciones militares sirias, como represalia por el ataque químico del martes en el que murieron unas ochenta personas y que Washington atribuye al régimen de Damasco.
El ataque con armamento teleregulado dejó “fuera de servicio” el complejo militar, informaron desde el Pentágono.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que los “ataques fueron realizados en interés de la seguridad nacional de EE.UU.” y agregó que Siria violó sus obligaciones con la convención de armas químicas”.
EE.UU. ataca desde 2014 posiciones del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas inglesas) en Siria y tiene 900 soldados desplegados en el país. Sin embargo, esta es la primera vez que la Casa Blanca ha tomado acciones militares en contra de las fuerzas militares leales al presidente de Siria, Bashar Al- Asad.
El mandatario aseguró el miércoles que su actitud sobre Bashar Al- Asad “ha cambiado mucho” después del ataque químico del martes en el norte de Siria y que, para él, “había cruzado muchas líneas”.
Según un último balance del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), al menos 72 civiles, entre ellos una veintena de niños, murieron en el ataque aéreo que les provocó convulsiones y asfixia. El bombardeo fue en Jan Sheijun, un feudo rebelde y yihadista del noroeste sirio.
En la conferencia de prensa, Trump llamó a las “naciones civilizadas” a unirse a Estados Unidos en la búsqueda del fin de la masacre.
Por su parte, el secretario de Estado, Rex Tillerson, aseguró a Reuters que la Administración Trump “considera que el ataque fue proporcionado”. Asimismo, señaló que señaló que Rusia “ha fallado” en la prevención de ataques con armas químicas en Siria.
Fuentes del Pentágono, citadas por CNN, informaron que Estados Unidos habría notificado a Rusia sobre el objetivo y el momento en el que se iba a producir el ataque perpetrado contra Siria.
Esta es la declaración completa de Donald Trump
La propuesta del Pentágono
Este jueves, Tillerson, instó a la salida del Presidente Bashar al-Assad del gobierno en Siria tras un supuesto ataque químico, luego de haber apoyado hace una semana su permanencia en el poder.
“El papel de Assad en el futuro es incierto. Con los actos que cometió, parecería que no debe jugar ningún papel para gobernar al pueblo sirio”, declaró Tillerson en el aeropuerto de West Palm Beach, Florida, donde recibió al presidente chino Xi Jinping, que se reunirá con su homólogo Doland Trump.
Por su parte, Trump responsabilizó a Assad del “terrible” ataque químico presuntamente cometido el martes, por lo que dejó entrever posibles acciones.
“Lo que hizo Assad es terrible”, dijo Trump a bordo del avión presidencial Air Force One. “Lo que pasó en Siria es una vergüenza para la humanidad y está en el poder, entonces pienso que cualquier cosa podría pasar”, afirmó sin dar más precisiones.
Ante esto, el Pentágono presentó a la Casa Blanca una serie de posible acciones militares que Estados Unidos podría tomar en respuesta al presunto ataque químico del pasado martes en la provincia siria de Idlib.
Entre las medidas militares que podría optar EE.UU. están los ataques contra la Fuerza Área Siria, informó una fuente oficial.
El jefe del Pentágono, James Mattis, presentó estas alternativas al Presidente Donald Trump y a su gabinete a pedido de la Casa Blanca y enfatizó que, hasta el momento, no se ha tomado ninguna decisión.
