El Tribunal Supremo británico falló este martes que el Parlamento deberá aprobar la activación de las negociaciones de salida de la Unión Europea.
El presidente de la Corte Suprema, Lord David Neuberger expresó que “por una mayoría de ocho a tres, la Corte Suprema dictaminó que el Gobierno no puede aplicar el Artículo 50 sin una ley del Parlamento que lo autorice”.
Con esta decisión, la máxima instancia judicial británica rechazó el recurso que había presentado el Gobierno contra un fallo anterior que le obligaba a consultar a los diputados antes de invocar el decisivo artículo.
Dado que la mayoría del Parlamento es pro-Europa, el gobierno de Theresa May teme que se modere el contenido del acuerdo sobre la salida del Reino Unido de la UE. Además, el cronograma del proceso podría verse afectado.
Como sea, los parlamentarios respaldan los resultados del referendo del 23 de junio de 2016 por un margen de 6 contra 1, por lo que no habría posibilidades de abortar el proceso de ruptura con la institucionalidad continental.