El 7 de enero de 2015, la revista satírica francesa, Charlie Hebdo, vivió un ataque terrorista por parte de Al-Qaeda en el que murieron 11 personas, entre ellos, el editor Stéphane Charbonnier, mejor conocido como Charp.
Este 2017, se conmemoran dos años de esta masacre y para esta ocasión, la revista publicará mañana una irónica portada en la que se ve a una persona mirando a través del cañón del arma de un terrorista con el mensaje “2017, finalmente el final del túnel”.
El director de Charlie Hebdo, Riss, afirma en la editorial de la revista que los sucesores de las víctimas del ataque cometido por los hermanos Kouachi van a seguir combatiendo “con la misma rabia” con la que luchaban los que ya no están.
“El del 7 de enero (de 2015) no es un atentado como los demás. Es un crimen político que tenía como objetivo suprimir ideas y a quienes las proclamaban. Ese día, las víctimas fueron asesinadas a causa de sus opiniones políticas, de sus escritos políticos, de sus dibujos políticos publicados en el diario político ‘Charlie Hebdo'”.
Riss, director de Charlie Hebdo
En esta edición especial, se dedica un amplio espacio a ajustar cuentas contra una parte de la izquierda francesa que, según sus palabras, “se ha plegado siempre ante los déspotas”.
“Desde hace ya dos años -cuenta-, tenemos que soportar sus lecciones políticas y morales. Que si ‘Charlie’ habría ido demasiado lejos. Que si ‘Charlie’ no respeta nada. Que si ‘Charlie’ se lo habría buscado. Pero detrás de los vómitos de nuestros grandes pensadores de izquierdas, hay una historia. La sumisión al totalitarismo”.