La policía turca detuvo este martes en Estambul a 8 personas por sus supuestas implicación en el ataque terrorista en el club “Reina” de esa ciudad, en el que murieron 39 personas.
El ataque fue perpetrado por un desconocido, que sigue a la fuga, a eso de la 1.30 hora local, en una exclusiva discoteca situada en la orilla europea del río Bósforo, donde cientos de personas festejaban la llegada del Año Nuevo.
Además de las 39 personas muertas, la mayoría de ellas extranjeras, otras 69 resultaron heridas, algunas de ellas de gravedad.
La policía centra la investigación en células del EI procedentes de Uzbekistán y Kirquizistán, aunque también en las ramas del EI de nacionalidad turca.
Un medio local afirmó que el atacante disparó entre 120 y 180 veces durante unos siete minutos sembrando el pánico, lo que hizo que incluso algunas personas se lanzaran a las gélidas aguas del estrecho del Bósforo para escapar a las balas.
Tras la matanza, el atacante se cambió de ropa y huyó.