Por segunda vez en el año y acorde a los pronósticos, la Reserva Federal de Estados Unidos anunció un nuevo incremento de las tasas hasta un rango de entre el 1% el 1,25%. La decisión fue apoyada por casi la unanimidad de los banqueros centrales del país, excepto por el presidente de la FED de Minneapolis, Neel Kashkari, quien votó por mantener las tasas sin cambios.
Para el resto del año el organismo planea una nueva alza debido a las mejores perspectivas para la economía estadounidense. En este sentido, la FED elevó su proyección del PIB para este año a un 2,2% desde el 2,1 antes indicado.
La tasa de desempleo se ubicaría en el 4,3% este año y en el 4,2% en 2018, frente al 4,5% que se estimó hace tres meses. Por su parte, la inflación se prevé en el 1,6% este año, menos que el 1,9% que se estimó en marzo y más lejos del objetivo del 2% que persigue la Fed.
La decisión de la FED se dio a conocer luego de la presentación de una batería de débiles datos económicos:
La inflación interanual en la mayor economía del mundo descendió a un 1,9% en mayo desde el 2,2% del mes anterior y se ubicó por debajo de las previsiones del mercado. En comparación mes con mes la cifra fue de un negativo 0,1%, incumpliendo los pronósticos.
Además, las Ventas Minoristas también representaron un golpe con una contracción del 0,3% en abril frente al alza del 0,4% del mes previo, lejos de los pronósticos.