En la revancha del clásico entre Universidad Católica y Universidad de Chile, por los cuartos de final de la Copa Chile, se vivió una de las agresiones a futbolistas más graves que hemos vivido en el último tiempo.
Luego del gol de Fernando Zampedri en los primeros minutos del partido, el portero Martín Parra recibió una bomba de ruido que lo tumbó al suelo. El partido se tuvo que suspender y el arquero tuvo que ser trasladado a una clínica donde sigue internado por daño acústico.
El repudio a este acto, donde se encontraron más de 20 bengalas en una mochila, ha sido generalizado. En Ahora en Duna, Francesca Ravizza repasó el hecho comentando: “La pelota se manchó por violencia externa”.
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