Dos continentes, dos países distintos, dos líderes que comparten una forma de gobernar, así podríamos comparar al Presidente de Francia, Emmanuel Macron y al primer ministro de Canadá, Justin Trudeu.
Tal como lo define La Vanguardia “la democracia mediática” de ambos líderes de Estado se ha transformado en una exitosa fórmula para gobernar.
Tanto Trudeu y Macron nacieron en la época de los 70’s, por lo que comparten “una manera similar de ver el mundo” aseguró el cientista político de la Universidad de Salamanca, Manuel Alcántara.
Por su parte, el cientista político de la Universidad de Granada, Santiago Delgado, explicó que la novedad está en que “eran personas no esperables, que aportan frescura e incorporan valores post-materialistas” como la integración de inmigrantes y refugiados, la aceptación de la homosexualidad, la igualdad de género o la ecología. “Liderazgos fabricados para nuestro tiempo”, además “de su atractivo físico” aseguran los expertos.
Sin embargo, antes de los líderes de Canadá y Francia existió el ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama que fue carismático. Y en Latinoamérica líderes izquierdistas como Hugo Chávez y Evo Morales, José Mujica, Rafael Correa o Néstor y Cristina Kirchner. Según Alcántara, “todos se benefician de un sistema electoral basado en un voto muy personalizado”.
Asimismo, el cientista político aseguró que “la gente no lee los programas y es más sencillo asociar una imagen a dos o tres ideas fuerza”.
Una imagen potente, un mensaje claro, es lo que tanto Trudeu y Macron han entregado a sus electores, mostrándose afables ante los medios y sonrientes ante las cámaras, incluso han llorado. Utilizan las redes sociales de forma habitual, cercana y directa, y proponen ideas novedosas. Toda estas característica los han llevado a ganarse a los votantes, pese a su corta edad.