Roma despide al Papa Francisco en un emotivo funeral que congregó a más de 250.000 personas

Con cantos en latín, oraciones en siete idiomas y la presencia de líderes de todo el mundo, la ceremonia destacó por su sencillez. Francisco fue enterrado en la Basílica de Santa Maria Maggiore, rompiendo con más de un siglo de tradición.
Roma vivió este sábado una jornada imborrable. Desde el amanecer, miles de fieles llenaron las calles de Roma para despedir al Papa Francisco, fallecido el lunes pasado a los 88 años en su residencia del Vaticano.
Durante tres días, el cuerpo de Jorge Mario Bergoglio fue velado en la Basílica de San Pedro. En el interior de su ataúd, siguiendo la tradición, se colocaron el palio papal, monedas y medallas de su pontificado, y un Rogito que resume su vida y legado.
Más de 250.000 personas, junto a líderes políticos y religiosos de todo el mundo, participaron en el funeral que combinó solemnidad, diversidad y gestos cargados de simbolismo. Francisco eligió una despedida humilde y fue sepultado fuera del Vaticano, como deseaba.
Una ceremonia multilingüe y marcada por la humildad
A las 9:08 horas de Roma, el ataúd de Francisco fue trasladado a la explanada de San Pedro mientras el Coro de la Capilla Sixtina entonaba el Salmo 64. La misa, presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, comenzó a las 10:00 de la mañana y duró poco más de dos horas. Destacó por su sencillez y universalidad.

Cardenal Giovanni Battista
Aunque el latín predominó en los cantos, también se rezó en italiano, francés, árabe, mandarín, portugués, polaco y alemán. La oración en mandarín reflejó el esfuerzo de Francisco por acercarse a China.
El ataúd de Francisco, hecho de madera sencilla, llevaba solo una cruz blanca y su lema Miserando atque eligendo (“perdonando y eligiendo”). El pontífice quiso ser recordado con la misma humildad que predicó durante toda su vida.

El ataúd del Papa Francisco es trasladado durante la misa
Una multitud diversa y líderes de alto nivel
Desde el amanecer, miles de fieles llegaron a San Pedro con banderas de distintos países.
La ceremonia reunió a más de 140 delegaciones internacionales. El Vaticano rompió el protocolo tradicional y organizó a los asistentes por orden alfabético, sin diferenciar por rango o religión.
Entre los presentes estuvieron los reyes Felipe VI y Letizia, Donald Trump, Volodymyr Zelensky, Emmanuel Macron, Giorgia Meloni y Javier Milei.
Momentos de gran carga simbólica marcaron la jornada, como el apretón de manos entre Trump y Ursula von der Leyen o el encuentro breve entre Trump y Zelensky.
Francisco, símbolo de paz y fraternidad

Fieles en la Plaza de San Pedro
Durante la homilía, el cardenal Re destacó los pilares del papado de Francisco: la defensa de la paz, el apoyo a los pobres y el impulso de una Iglesia más abierta.
La multitud respondió con largos aplausos al recordar sus visitas a migrantes en Lampedusa y Lesbos, así como sus constantes llamados a “construir puentes y no muros”.
La ceremonia concluyó con la Ultima Commendatio y la Valedictio, oraciones finales para encomendar su alma a Dios. Luego, el féretro fue trasladado nuevamente a la basílica, acompañado por cantos del Magnificat y el sonido solemne de las campanas.
Un entierro histórico en Santa Maria Maggiore
Por la tarde, el féretro del Papa fue trasladado en el papamóvil hasta la Basílica de Santa Maria Maggiore, recorriendo seis kilómetros entre aplausos y oraciones.
Allí, en un acto estrictamente privado, se celebró su entierro. Dentro del templo estuvieron únicamente sus colaboradores más cercanos y unos pocos familiares. Su hermana, debido a su avanzada edad, no pudo estar presente en este último adiós.
Con este gesto, Francisco rompió una tradición de más de un siglo: es el primer papa enterrado fuera del Vaticano en más de cien años, cerrando así un ciclo de humildad que marcó toda su vida y su pontificado.
La basílica de Santa Maria Maggiore permanecerá cerrada hasta mañana, cuando se espera que reabra sus puertas al público. Mientras tanto, esta tarde se rezará un rosario en su exterior en homenaje.
Durante los próximos nueve días, la Santa Sede celebrará misas diarias en su memoria, mientras el mundo católico comienza a prepararse para el próximo cónclave que elegirá a su sucesor.
Síguenos en nuestro canal de Whatsapp:
Whatspp