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23 Abril

Geneviève Jeanningros: la historia de la monja amiga del Papa Francisco que rompió el protocolo para despedir al Sumo Pontíficie

Jeanningros se quedó detenida llorando por varios minutos frente al cuerpo inerte de Francicso, a quien había visitado hace meses.

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23 Abril, 2025

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El velatorio del Papa Francisco es uno de los momentos más protocolares de la tradición católica, sin embargo, una monja de 81 años se las arregló para romper las estrictas normas y poder ver el féretro del sumo pontífice.

Se trata de Geneviève Jeanningros una amiga de décadas del religioso argentino, quien logró verlo mientras solo un selecto grupo de personas podían hacerlo, dentro de las que no estaba ella.

Y es que el lazo que unió a la mujer con Jorge Mario Bergoglio fue bastante profundo, visitándose mutuamente y trabajando a la par por los más desfavorecidos.

En este sentido, la monja se dedicó a gran parte de su vida a predicar a personas transexuales, prostitutas y a los feriantes del barrio de Ostia, en la región del Lacio, Roma, donde vivía.

Incluso, la mujer logró que muchas de las personas homosexuales fueran a las misas que ofrecía Francisco, y, además, hizo que el mismo papa los visitara en su feria.

Sumado a ello, Jeanningros, quien pertenece a la orden de las Hermanitas de Jesús, sostenía vínculos permanentes entre su santidad y organizaciones defensoras de derechos humanos.

El fuerte carácter y determinación en su misión llevó a que el mismo papa le pusiera el apodo de L’enfant terrible, reconociendo, además, su incansable esfuerzo por ayudar a las personas que solían ser rechazadas por la iglesia católica.

Sumado a ello, Geneviève Jeanningros es sobrina de Léonie Duquet, una de las monjas secuestradas por al dictadura argentina durante 1977. Cabe recordar, que Bergoglio durante su labor religiosa en su país natal, también defendió los DD.HH. durante el régimen militar trasandino.

El llanto de Geneviève Jeanningros

Fue este miércoles en que la anciana pudo despedirse de su amigo, que llegó a ser la figura más importante de la congregación católica, pero que nunca dejó de mostrarse preocupado de los sectores más discriminados de la sociedad, ni de su amigo.

En aquel momento, Jeanningros se quedó detenida llorando por varios minutos frente al cuerpo inerte de Francicso, a quien había visitado hace meses.

“Quedó inmóvil durante largos minutos mirando con tristeza al cuerpo del Papa, sin que a ninguno de los gendarmes o guardias suizos se le ocurriera moverla” reportó el periodista Hernán Reyes Alcaide a Infobae.

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