Las políticas de Donald Trump en materia educacional ya le generan intensos roces con grandes universidades, esto, luego del recorte de cerca de tres millones de dólares a Harvard luego de que esta institución se negara a generar cambios en sus direcciones internas que incluían dejar de contratar personas con un pensamiento contrario al republicano.
Es así que más de 100 líderes y académicos de una serie de centros educativos norteamericanos emitieron una carta crítica de la administración del magnate en dicho sentido.
“Estamos abiertos a una reforma constructiva y no nos oponemos a la supervisión legítima del Gobierno. Sin embargo, debemos oponernos a la inapropiada intromisión gubernamental en las vidas de aquellos que aprenden, viven y trabajan en nuestros campus”, se lee en la carta pública.
Siguiendo esta línea, los referentes en educación indicaron que las universidades deben mantener “la libertad esencial para determinar, con base académica, qué se enseña, cómo y quién lo imparte”.
De igual manera, los líderes expresaron que sus entidades tienen el “compromiso de servir como centros de investigación” y que “son libres de intercambiar ideas y opiniones desde una amplia cantidad de puntos de vista sin miedo a las represalias, la censura o las deportaciones”.
“El precio de limitar las libertades que definen la educación superior estadounidense lo pagarán nuestros estudiantes y nuestra sociedad”, advirtieron.
Así las cosas, lanzaron que: “En nombre de nuestros estudiantes actuales y futuros, y de todos los que trabajan y se benefician de nuestras instituciones, exigimos un compromiso constructivo que mejore nuestras instituciones y sirva a nuestra república”.