Hallan ecosistema marino intacto bajo iceberg desprendido en la Antártida: un descubrimiento que asombra a la ciencia

El desprendimiento del iceberg A-84 dejó al descubierto una zona jamás explorada del océano antártico, donde investigadores encontraron criaturas desconocidas y una biodiversidad sorprendente. El hallazgo remece a la comunidad científica y alerta sobre el impacto del cambio climático.
El pasado 13 de enero, un iceberg de unos 510 kilómetros cuadrados, llamado A-84, se desprendió de la plataforma de hielo George VI en la Antártida. El fenómeno dejó al descubierto una franja oceánica que no había recibido luz solar en décadas.
El evento fue presenciado por un equipo internacional de científicos a bordo del buque de investigación R/V Falkor (too), quienes modificaron su plan original para explorar la zona recién expuesta.
“Es el tipo de evento que, cuando sucede, dejas todo lo que estás haciendo”, relató Patricia Esquete, científica jefe de la expedición e investigadora de la Universidad de Aveiro.
Criaturas inesperadas bajo el hielo
Durante aproximadamente un mes, el equipo utilizó el vehículo remoto ROV SuBastian para explorar profundidades de hasta 1.300 metros. Lo que encontraron fue inesperado: corales, esponjas en forma de jarrón posiblemente centenarias, pulpos, arañas marinas gigantes, peces de hielo y una gran variedad de invertebrados.
“Realmente nos sorprendió y asombró la diversidad de los ecosistemas y la riqueza de los ecosistemas que encontramos allí abajo”, afirmó Esquete.
Según las primeras observaciones, varias de estas especies podrían ser nuevas para la ciencia. Aunque los análisis de laboratorio tomarán meses, el hallazgo ya genera expectativas entre la comunidad científica.
“La mayoría del trabajo comienza ahora”, adelantó la investigadora.
¿Cómo se sostiene la vida allí?
La vida prospera en ese ecosistema a pesar de la ausencia de luz y temperaturas extremas. ¿Cómo? Esa es una de las principales preguntas que dejó la expedición.
“No esperábamos encontrar un ecosistema tan hermoso y próspero. Algunas comunidades parecen haber existido allí durante décadas, o incluso siglos”, dijo Esquete.
A diferencia de otras zonas oceánicas donde los nutrientes caen desde la superficie gracias a organismos fotosintéticos, bajo el hielo esto no ocurre. Por eso, se investiga si las corrientes oceánicas o el agua de deshielo podrían alimentar a estas especies.
“Esto es un área de investigación científica activa ahora debido a este descubrimiento”, explicó Jyotika Virmani, directora del Schmidt Ocean Institute.
Una alerta climática
Más allá del asombro, el desprendimiento del iceberg A-84 refleja una preocupante tendencia: el derretimiento acelerado de la Antártida. Este fenómeno está asociado al cambio climático y contribuye al aumento del nivel del mar.
“Esta información puede ayudar a desarrollar políticas efectivas para enfrentar los cambios ambientales que estamos experimentando”, advirtió Sasha Montelli, codirectora de la expedición e investigadora del University College London.
El hallazgo ofrece una oportunidad única para estudiar cómo los ecosistemas marinos polares podrían cambiar en un planeta que se calienta. Esquete, por su parte, espera regresar al lugar para observar su evolución en los próximos años.
Síguenos en nuestro canal de Whatsapp:
Whatspp