El primer discurso de Donald Trump ante el Congreso estuvo marcado por momentos de tensión y un fuerte enfrentamiento con la oposición demócrata. Desde los primeros minutos de su intervención, el mandatario fue abucheado por legisladores opositores, lo que llevó al presidente de la Cámara, el republicano Mike Johnson, y al vicepresidente JD Vance a pedir orden en la sesión.
Caos en el Congreso
El punto álgido se produjo cuando el congresista demócrata de Texas, Al Green, de 78 años, se puso de pie, agitó su bastón y comenzó a gritar en protesta. “¡No tienes mandato para recortar Medicaid!”, exclamó, interrumpiendo el discurso del presidente. De inmediato, la bancada republicana respondió coreando “¡U.S.A.! ¡U.S.A.!” y exigiendo que Green se sentara.
Medidas ejecutadas
Pese a las advertencias para que retomara su asiento, el congresista se mantuvo desafiante. Detrás de Trump, el vicepresidente Vance hizo un gesto de aprobación indicando que debía ser retirado, lo que llevó a Johnson a tomar una decisión drástica.
Golpeando su mazo, ordenó al Sargento de Armas intervenir. “Dado que algunos miembros siguen incurriendo en una interrupción deliberada y concertada del orden y la disciplina, la presidencia ordena restablecer el orden. ¡Expulsen a este caballero del recinto!”, declaró, provocando una ovación entre los republicanos mientras el personal del Congreso escoltaba a Green fuera del hemiciclo.
Polarización
El incidente dejó en evidencia la profunda polarización política que domina el Legislativo en la nueva era de Trump, con una oposición demócrata desafiante y una mayoría republicana dispuesta a imponer disciplina en la Cámara.
Esta no es la primera vez que un legislador interrumpe el discurso de un presidente ante el Congreso, la expulsión de Green contrasta con episodios previos, como las interrupciones de las republicanas Marjorie Taylor Greene y Lauren Boebert durante el mandato de Joe Biden, quienes no enfrentaron consecuencias similares.
Este enfrentamiento refuerza la tensa relación entre ambos partidos y podría augurar un periodo legislativo marcado por la confrontación.