“Los costos los pagarán generaciones completas”: AFPs critican aprobación de la reforma de pensiones
Y, entre otras cosas, acotaron que “reiteramos que la solidaridad, si bien es deseable y necesaria, debiera hacerse con impuestos generales, o bien con un endeudamiento estatal transparente y en los mercados financieros. La solidaridad no debe financiarse con la remuneración de los trabajadores ni con la incorporación de reparto, ya que se termina perjudicando las pensiones de aquellos que, con mucho esfuerzo, cotizan y trabajan formalmente”.
Tras el despacho a ley de la reforma previsional por parte de la Cámara de Diputados que, entre otras cosas, crea un nuevo Sistema Mixto de Pensiones y un Seguro Social en el pilar contributivo, además de mejorar la Pensión Garantizada Universal (PGU) y hace una serie de modificaciones regulatorias.
Hasta antes de la aprobación, las AFPs habían estado en silencio en el último tramo del debate. Pero rompieron el silencio y a través de un comunicado indicaron “valoramos que esta nueva ley busque aumentar el ahorro en las cuentas de capitalización individual de los afiliados, recogiendo atributos altamente valorados por la ciudadanía como la propiedad y heredabilidad de los fondos de pensiones, y la libertad de elegir quien administra sus ahorros”.
Agregando: “No obstante, y tal como señalamos durante su tramitación, creemos que: incorporar al sistema de pensiones 1% -y más- de reparto para financiar beneficios definidos; destinar 1,5% de la remuneración a un préstamo obligatorio; abrir el ingreso del Estado a la administración de los ahorros previsionales, junto con la participación del IPS como un actor en la administración con el potencial riesgo de una competencia desleal y trato injusto respecto de los actuales participantes; introducir un mecanismo de licitación enfocado en comisiones sin conocer la voluntad expresa de los afiliados, ni establecer incentivos efectivos que estimulen la búsqueda de mayor rentabilidad; y relajar los niveles de respaldo requerido a los administradores, son todas medidas que debilitarán las pensiones de los trabajadores de hoy y del futuro”.
Insistiendo que “reiteramos que la solidaridad, si bien es deseable y necesaria, debiera hacerse con impuestos generales, o bien con un endeudamiento estatal transparente y en los mercados financieros. La solidaridad no debe financiarse con la remuneración de los trabajadores ni con la incorporación de reparto, ya que se termina perjudicando las pensiones de aquellos que, con mucho esfuerzo, cotizan y trabajan formalmente. No se debe dejar de lado, además, un elemento clave en la discusión de pensiones, que es la mayor longevidad, la que a su vez está haciendo inviable los sistemas de reparto en el mundo”.
Acotando que “por su naturaleza, la institucionalidad previsional opera en el largo plazo, por esto, los errores que se pueden cometer difícilmente son evidentes de manera inmediata, pero el costo lo pagarán generaciones completas de pensionados y, una vez producidos sus efectos, enmendarlos toma también largos períodos de tiempo”.
Para concluir que “aún faltan que se dicten numerosas normas administrativas para la implementación de la reforma recién aprobada, las que también pueden ser trascendentales para el futuro de las pensiones y del país, por lo que esperamos que el sistema político y las autoridades técnicas responsables de emitirlas, trabajen con el rigor técnico que se requiere. Desde la AFP reiteramos nuestro compromiso por trabajar por Mejores Pensiones para Chile, que es tarea de todos”.