Google Maps cambiará el nombre del Golfo de México por el Golfo de América

Una de las promesas de la campaña presidencial de Donald Trump parece estar tomando forma. Estos cambios se enmarcan dentro de una serie de declaraciones y decisiones tomadas por la administración Trump, que también había expresado su deseo de renombrar el Golfo de México en una conferencia de prensa el 7 de enero.

“Vamos a cambiar el nombre del Golfo de México por el Golfo de América, que suena muy bien y abarca una gran extensión de territorio. Qué nombre tan hermoso. Y es apropiado, realmente lo es”, mencionó el presidente de Estados Unidos.

En este sentido, la plataforma de Google anunció que cambiará el nombre del Golfo de México por el de Golfo de América, aunque según CNN,  por el momento este cambio solo será visible en los mapas de Estados Unidos.

De acuerdo con un comunicado de Google, la decisión responde a “una práctica de larga data de aplicar cambios de nombre cuando se han actualizado en fuentes oficiales del gobierno”.

Asimismo, desde la plataforma informaron que el cambio en los mapas, se llevará a cabo cuando se realice una modificación formal en el Sistema de Información de Nombres Geográficos.

Además de este cambio, Google también actualizará el nombre de la montaña Denali, renombrada oficialmente como Monte McKinley.

Posición de México

Claudia Sheinbaum, presidenta de México, respondió con ironía a las palabras de Trump, asegurando que: “Para nosotros sigue siendo Golfo de México y para el mundo entero sigue siendo Golfo de México”.

“Es el nombre internacional, y por eso digo hay que remitirnos a los decretos, por que el decreto que hace el presidente Trump es para nombrarle a su plataforma continental, pero es a la plataforma continental de Estado Unidos que el pide que se llame Golfo de América, no a todo el golfo, entonces hay que poner todo en su justo término”, agregó.

Este cambio geográfico no es el único plan controvertido de Trump en relación con otros países. Durante su mandato, también planteó ideas como convertir a Canadá en el Estado 51 de los Estados Unidos y anexar Groenlandia a su territorio. Estas propuestas recibieron el rechazo tanto del gobierno canadiense como del danés.