Después de dos meses de mantenimiento intensivo, el alcalde romano, Roberto Gualtieri, inauguró la reapertura de la Fontana de Trevi de Roma, la cual ocurre justo antes del Jubileo del 2025, un evento religioso de gran envergadura que atraerá a unos 30 millones de peregrinos a la ciudad.
Este monumento vuelve a funcionar, pero esta vez con nuevas medidas destinadas a preservar su integridad y mejorar la experiencia de los visitantes.
En este sentido, la autoridad aclaró que por el momento, un máximo de 400 personas podrán acceder a la zona de la fuente simultáneamente, gracias a un sistema experimental que busca evitar las aglomeraciones habituales. Sin embargo, esta medida podría cambiar en un futuro de ser necesario.
Otra de las normas que trae consigo esta reinauguración es que los turistas ya no podrán sentarse en el borde de la fuente, una práctica común pero perjudicial para su conservación. “Los restauradores me han hecho ver personalmente los daños que causan quienes se sientan. Es un teatro y, por lo tanto, no se puede sentar en el borde del escenario”, dijo a los medios Gualtieri.
Además, por parte del ayuntamiento se estudiará si se impondrá una entrada de pago en el futuro para recaudar fondos destinados a su cuidado, aunque esta decisión se tomará más adelante, ya que la prioridad ahora es evaluar el funcionamiento del sistema experimental contra las aglomeraciones.
¿Cuales fueron las reparaciones?
Las obras de mantenimiento, que tuvieron un costo de 327.000 euros, incluyeron la limpieza y restauración de la fuente. Durante este periodo, se instaló una pasarela que permitió a los visitantes admirar de cerca los detalles de la estructura, así como una bañera provisional para continuar con la tradición de lanzar monedas, cuyo destino fue la organización benéfica Cáritas.
Por otra parte, se restauró la Fuente de los Cuatro Ríos que Bernini levanto en la Plaza Navona o los ángeles del puente de Sant’Angelo, entre otros muchos tesoros de la capital italiana.