“Hubo meses en los que pensé en tomarme un descanso absoluto del tenis para limpiar mi mente”: la emotiva carta de Rafael Nadal
El tenista mundial se despide de su carrera con una carta íntima publicada en The Players Tribune, donde reflexiona sobre los momentos más importantes de su carrera, revelando detalles inéditos que han marcado su trayectoria.
La frase “una lección que todavía tengo grabada”, da inicio al texto compartido en el medio The Players Tribune, en el cual, Rafael Nadal, rememora los momentos más significativos de su carrera.
“Recuerdo que, de vuelta a casa, estaba llorando en el auto y mi tío, que a esa corta edad tuvo una gran influencia en mí y que fue quien hizo que me enamorase del tenis, me dijo: ‘Está bien, es solo un partido de tenis. No llores ahora, no tiene sentido. Si quieres pescar, puedes pescar. No hay problema. Pero entonces perderás. ¿Y si quieres ganar? Si quieres ganar, lo primero es lo primero'”.
“Fue una lección muy importante para mí. Si la gente me ve como un perfeccionista, es también por esa llamada interior que sentí aquel día en el auto de regreso a casa. Esa voz nunca me ha abandonado. Un día puedo estar en el mar, pero hoy y mañana; tenía que entrenar”, añadió.
Luego, a sus 17 años, una lesión casi pone fin a su carrera. “Pasé muchos días en casa llorando, pero fue una gran lección de humildad y tuve la suerte de tener una familia que siempre han estado y están muy cerca de mí en todo y sobre todo mi padre, la verdadera influencia que he tenido en mi vida, que siempre fue muy positivo”, escribió.
Lo emocional fuera de la cancha
En la carta, Nadal se sincera sobre los desafíos emocionales que enfrentó como jugador, “Hubo meses en los que pensé en tomarme un descanso absoluto del tenis para limpiar mi mente. Trabajé en ello cada día para mejorar, lo superé mirando siempre hacia adelante y, poco a poco, volví a ser yo mismo. De lo que estoy más orgulloso, a pesar de haber luchado, es de que nunca me rendí, siempre di el máximo”, contó.
“El jugador que se ve en el centro de la pista con un trofeo es una persona agotada, aliviada, feliz, agradecida, pero sólo una persona. Afortunadamente, no llegué al punto de no poder controlar cosas como la ansiedad, pero todos los jugadores pasan por momentos de dificultad para controlar la mente y cuando eso sucede es difícil tener el control total de tu juego”, añadió.
Además, en el texto, el tenista repasa con gratitud sus mayores logros, como su primer título en Roland Garros en 2005, la Copa Davis de 2004, y los innumerables torneos que marcaron su historia, desde Montecarlo hasta sus memorias en Chile, Brasil y Argentina.
“Tampoco olvido torneos como Madrid y Barcelona en mi país, Indian Wells , Miami o Cincinnati, donde llegué por primera vez al puesto número 1 del Ranking ATP. El hermoso y para mi siempre especial torneo de Montecarlo, la sensación de cercanía de Roma, Shanghái y Pekín con esa increíble afición… Canadá, México, Chile, Brasil, mis primeros días en Buenos Aires… ¡Hay tantos!”, cerró.