En noviembre del año pasado, un informante clave, conocido como un “topo”, logró identificar las intenciones de tres reos de la cárcel de Acha, en Arica.
El accionar de este informante permitió que Gendarmería y la Fiscalía desarticularan un plan de atentado explosivo orquestado por miembros de Los Gallegos, brazo operativo del Tren de Aragua, en la Región de Arica y Parinacota.
Con esta información se realizaron varias diligencias para confirmar o descartar lo señalado, hasta que se logró comprobar la veracidad.
Además, este accionar permitió identificar que, aunque no eran líderes de la organización criminal, los individuos mantenían comunicaciones telefónicas con miembros de la agrupación que operaban desde el exterior.
¿Qué buscaba este plan?
Este plan consistía en instalar una bomba en el Tribunal de Arica y colocar un explosivo en la misma cárcel, con el objetivo de permitir una fuga masiva.
En este sentido, según fuentes cercanas al caso, el ataque pretendía amedrentar a las autoridades luego de que 34 miembros de Los Gallegos fueran condenados por diversos delitos, además de enviar una advertencia ante los próximos procedimientos judiciales y policiales que afectan a la organización.
En cuanto a las acciones, por parte de Fiscalía, determinaron que los tres reos fueran separados dentro del recinto penitenciario. Además, el fiscal regional, Mario Carrera, confirmó la formalización de los acusados y anunció que se iniciará una investigación de 200 días.
“Se formalizó a estos sujetos precisamente por infracción a la Ley Antiterrorista, y esperamos desarticular cualquier intento de esta naturaleza”, afirmó Carrera.