Chile se ubica en el último lugar en competencias básicas de la OCDE: un 44% no comprende lo que lee
Con 31 países en la tabla de evaluación de la OCDE, Chile ocupa el último lugar en competencias claves como lectura, matemáticas y resolución de problemas.
Un nuevo informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que evalúa a 160.000 adultos de entre 16 y 65 años, dio a conocer que un 44% de los adultos en Chile tienen competencias insuficientes en comprensión lectora, matemáticas y resolución de problemas dinámicos.
A pesar de que este informe no evalúa a todos los países de la OCDE, en un ranking de 31 naciones, Chile se posiciona en el último puesto.
En comparación, la media de adultos con bajos niveles en estas habilidades es del 20% en los países participantes y del 7% en Japón, que encabeza el listado.
Para la lectura, Chile obtiene 218 puntos en una escala de 0 a 500, lo cual lo posiciona por debajo de la media de la OCDE con 260 y de Finlandia (296), líder en este ámbito. Las otras calificaciones más bajas son las de Portugal (235), Polonia (236) y Lituania (238). Más arriba están Italia (245), España (247), Francia (255) o Estados Unidos (260).
Mientras que en matemáticas, los chilenos obtuvieron 214 puntos frente a los 263 del promedio de la OCDE y los 294 de Finlandia. En resolución dinámica de problemas, la puntuación de Chile (218) también está lejos de la media (251) y de los países líderes como Japón y Finlandia (276).
Además, más de la mitad de los adultos chilenos están en los niveles más bajos de la escala con un 53%, frente al promedio del 26%. En matemáticas un 56% frente al 25 del promedio; y un 56% en resolución de problemas, frente al 29%.
Un dato alentador es que Chile muestra una mejora en matemáticas respecto del primer informe que fue realizado hace 11 años. Este avance refleja un esfuerzo, aunque insuficiente, por acortar la brecha.
Efectos de estos resultados
La OCDE subraya que estas habilidades son determinantes para acceder a mejores empleos, salarios y calidad de vida. Por ejemplo, una diferencia de 58 puntos en matemáticas se asocia con ingresos un 9% superiores. Además, quienes tienen mejores competencias reportan mayores niveles de salud, satisfacción personal y participación cívica.