Durante esta jornada, la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) dio a conocer oficialmente las sedes de los próximos mundiales de fútbol, definiendo que para el 2030, el certamen se llevará a cabo en España, Portugal y Marruecos, mientras que Arabia Saudita recibirá el magno evento futbolístico en 2034.
Tras esto, una serie de organizaciones internacionales como Human Right Watch, Amnistía Internacional, Sport and Rights Alliance, Football Supporters Europe (FSE) y la Confederación Sindical Internacional (ITUC) criticaron la determinación de que sea el país del Medio Oriente el designado para recibir el mundial.
De acuerdo a estas ONGs, esta situación “pone vidas en peligro y revela la vacuidad de los compromisos de la FIFA en materia de derechos humanos”.
En concreto, y tras analizar la situación al interior del país asiático, estas instituciones alertaron que esto genera un peligro “para los residentes, los trabajadores migrantes y los aficionados visitantes”.
“Hoy, las pruebas no faltan: trabajadores migrantes explotados y víctimas de racismo, militantes condenados a decenas de años de prisión por haberse manifestado pacíficamente, mujeres y personas LGBTQIA+ confrontadas a una discriminación legalizada, o también habitantes expulsados por fuerza para hacer sitio a proyectos de Estado”, indicaron.
Así mismo, advirtieron que “es evidente que sin una acción urgente y reformas globales, la Copa del Mundo de 2034 quedará oscurecida por la represión, la discriminación y la explotación a gran escala”.
Reflejo de Qatar 2022
Pese a que el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, apareció este miércoles sonriente anunciando la decisión, la misma institución privada reconoció en un informe emanado hace un mes que la realización del mundial en Arabia Saudita significa un “riesgo medio” para los derechos humanos.
En este sentido, dentro de los estatutos de la entidad está el “compromiso” de resguardar los derechos fundamentales de las personas, sin embargo, —nuevamente— esto no se cumplirá.
Sin embargo, este caso no es único, recordando que el Mundial de Fútbol de 2022 se llevó a cabo en Qatar, otra teocracia donde no existe un respeto por los derechos humanos. Sumado a ello, diversos reportes internacionales de Amnistía Internacional apuntan a que en la construcción de los estadios para dicho evento, murieron cerca de 15.021 personas por las nulas medidas de seguridad.