Con el presidente al borde de ser destituido, múltiples renuncias en el gobierno y protestas: el día después de la (fallida) Ley marcial en Corea del Sur
Tras impedir que se decretara la Ley marcial, el principal conglomerado de oposición a Yoon Suk-yeol, el Partido Demócrata (PD) y otras 5 tiendas, presentaron la moción para destituirlo del cargo.
Menos de 6 horas duró la Ley marcial que impuso este martes el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, que acusó a la oposición de buscar desestabilizar a su país y tener aspiraciones norcoreanos.
Y es que ante el casi nulo apoyo desde su mismo sector y sobre todo la oposición, el jefe de Estado decidió declinar su acción.
Pero, contrario a lo que el mandatario esperaba, el clima en su gobierno luego de sus determinaciones de las últimas horas, está más tenso y con una serie de renuncias, incluida la del ministro de Defensa de Corea del Sur, Kim Yong-hyun.
Tras su salida del gobierno, el exministro se disculpó con los ciudadanos por “por causar confusión y preocupación” y dijo estar abierto a “asumir la responsabilidad por todos los asuntos relacionados con la ley marcial”.
De igual manera, Kim expresó que “todos los soldados que cumplieron con sus deberes relacionados con la ley marcial siguieron las instrucciones del Ministerio, y toda la responsabilidad recae sobre mí”.
Pese a reconocer que “la situación política doméstica y de seguridad no son fáciles”, múltiples reportes indican que él fue uno de los altos mandos del gobierno que recomendó al presidente decretar la Ley marcial.
A la salida del ministro de Defensa, se le han sumado, en las últimas horas, la renuncia de siete altos asesores, sumados la del jefe de Gabinete del gobierno surcoreano, el asesor de seguridad nacional y el jefe de gabinete de políticas.
Oposición pide la renuncia del presidente
Tras impedir que se decretara la Ley marcial, el principal conglomerado de oposición a Yoon Suk-yeol, el Partido Demócrata (PD) y otras 5 tiendas, presentaron la moción para destituirlo del cargo.
El principal argumento para emprender esta acción es que los parlamentarios aseguran que el presidente rompió la constitución al decretar la Ley marcial.
De esta forma, el parlamento surcoreano tiene 72 horas para votar la moción, que, para ser aprobada, requiere del voto favorable de 200 de los 300 parlamentarios.
Dicho escenario es sumamente complejo para el gobierno, ya que la oposición en su conjunto suma 202 escaños, por lo que el presidente Yoon Suk-yeol estaría a un paso de ser destituido.
Esto se suma a la alta presión social para que el actual jefe de Estado deje su cargo. Uno de los funcionarios de la Confederación Coreana de Sindicatos (KCTU), principal organización gremial de Corea del Sur, señaló que “nos mantendremos unidos con el pueblo y lideraremos la lucha por la renuncia inmediata del presidente Suk-yeol”.