Ya solo quedan horas para que comiencen —oficialmente— las Fiestas Patrias, y en las calles del país comienza a sentirse el aroma a asado que inundará a Chile este 18 de septiembre.
Y es que una de las maneras más tradicionales para celebrar este mes patrio es al rededor de una parrilla y con una buena cantidad de carne, aunque no todos los asados son un éxito rotundo, por lo que sobra parte importante de las preparaciones.
En este escenario, y aprovechando de que al día siguiente, pocas personas tienen ganas de seguir cocinando preparaciones muy elaboradas, te dejamos con algunas alternativas para aprovechar las sobras del asado, entregadas por el destacado cronista gastronómico Álvaro Peralta “Don Tinto” a Paula.
Ajiaco: clásico de clásicos
Qué sería el día después de un buen asado sin un ajiaco. Dicha preparación es un clásico de las fiestas patrias, que aprovecha —prácticamente— todo lo que sobro del día anterior.
Para prepararlo de la mejor manera, es aconsejable utilizar la carne que sobre en tiras finas, también se pueden usar las papas, la cebolla, agregándole huevos, ají de color, orégano, perejil y comino.
Así la histórica preparación tradicional de nuestro país, nos permite, no solo aprovechar lo que quedó de un asado, sino que recuperar fuerzas para seguir zapateando.
También sirve para las pastas
Si piensa que la carne que sobró del festejo de las Fiestas Patrias sirve para ciertas preparaciones, está muy equivocado, puesto que, sobretodo, la carne es útil para una gran variedad de comidas.
Un gran ejemplo de esto es el ragú con tomate, o más bien, una gran lista de pastas que pueden ser acompañadas con carne. En este punto es recomendable seleccionar los cortes menos cocidos.
Aquí también se pueden utilizar los chorizos (sin la tripa del embutido) que no se comieron, las cebollas o los tomates.
Sanguiches para salvar el asado
Una alternativa que quizá no es tan utilizada al día siguiente de los asados es el aprovechar la carne que sobró del asado para hacer sanguches.
Para esto es un gran consejo picar la carne fría en láminas delgadas y montarlas sobre un pan. Para esta preparación también se puede añadir el pebre, tomates, lechugas u otras ensaladas que sobren, también ají más aceite de oliva y sal.
En este punto las preparaciones quedarán mejor si es que se usaron cortes magros como punta picana, asiento o lomo liso, ya que al estar en temperatura ambiente, estas carnes se vuelven duras.
Ahora bien, si se quiere aprovechar la carne con mayor preparación, podrían preparar una especie de Barros Luco, tirando la carne a un sartén con queso encima hasta que se derrita para meterlo al pan. Para dicho sánguche, también se le puede agregar mostaza o salsa de ají.
El salpicón: algo más liviano
Al día siguiente, despertar y ver una gran cantidad de carne puede llevar a que, luego de ingerir una gran cantidad de esta, haga que las personas piensen en otras preparaciones en vez de seguir comiendo estos cortes.
En estos casos el salpicón es una buena opción, y si bien es más tradicional hacerlo con pollo, cortes magros de carne le dan un gran sabor.
Nuevamente, para el salpicón se pueden reutilizar las ensaladas que sobraron del día anterior, como las papas cocidas, lechuga, tomate, choclo, zanahoria, alverjas, rúcula, etc.
Si la carne quedó dura o no tanto
Otra gran opción para los trozos de carne que sobraron del asado, es armar un roast beef o también conocido como rosbif.
Para esto, es mucho mejor seleccionar aquellos cortes que no hayan quedado bien cocidos, o más bien, algo crudos al centro. Para realizar esta preparación, es recomendado meter la carne a un bol con mostaza fuerte, pimienta negra, sal y perejil dejándolo reposar.
Estos pedazos de carnes se pueden cortar de manera delgado y se pueden comer al plato o con un sándwich.
Ahora bien, en caso de que la carne que sobró está sobrecalentada o muy seca, para estos casos una gran opción es preparar vitel toné gracias a que la salsa que se condimentará con la carne la remojará.