Compró un teléfono de prepago y envió audio haciéndose pasar por Daniel Sauer a Ciper, la Fiscalía y CMF: Rodrigo Topelberg confesó cómo filtró el audio de Hermosilla

Rodrigo-Topelberg
“No pude soportar más la situación y decidí enviar el audio al fiscal Felipe Sepúlveda, un funcionario de la CMF, así como al medio periodístico Ciper y a mi abogado, José Coz. Lo hice por mi cuenta, sin dejar que nadie me convenciera de lo contrario”, fue parte de lo que dijo en la audiencia de cautela de garantías y revisión de medidas cautelares, dado que se encuentra en prisión preventiva desde el 20 de abril.

Aunque la magistrada Carolina Araya, del 4° Juzgado de Garantía, no permitió el ingreso de prensa, Pulso accedió al testimonio de Rodrigo Topelberg, quien en la audiencia de cautela de garantías y revisión de medidas cautelares, reveló cómo difundió el audio entre Luis Hermosilla, Daniel Sauer y Leonarda Villalobos, que los tiene ahora a todos en prisión preventiva.

Rodrigo Topelberg, quien está en prisión preventiva desde el 20 de abril era socio de los hermanos Ariel y Daniel Sauer en Factop y en la corredora de bolsa STF.

Según contó en su declaración, Topelberg trabajó con los Sauer en Factop desde 2009 hasta 2020, pero siguió prestando servicios de marketing y recursos humanos con nexos con empresas informáticas externas. Dijo que su paso por la empresa de los hermanos lo dejó con una deuda de US$ 30 millones. “A principios de 2021, cuando murió mi hermana, tenía ganas de retirarme. Pero había una deuda muy grande de forward de depósitos a plazo, que estaban en garantía con inversiones varias y otras deudas pequeñas. Y pese a que le daba plazos a los hermanos Sauer, los plazos no se cumplían. Cada vez había más excusas”.

“Yo estaba muy preocupado por la situación de Factop. No veía que hubiera un ilícito, sino una falta de liquidez, y estaba en juego el dinero de mi familia”, aseguró.

La filtración del audio

Topelberg contó que el audio le llegó por parte de Leonarda Villalobos y dijo “lo envié de forma anónima. Viendo hacia atrás, no lo habría hecho de esa manera. Tenía el audio en mi teléfono y lo convertí en un archivo mp3. No fue complicado; seguí algunos tutoriales en YouTube sobre cómo encriptar los metadatos para evitar rastros que pudieran identificar el celular de origen. Luego, lo subí como un enlace de descarga en WeTransfer. Además, generé un número temporal a través de un sitio web del Reino Unido, vinculado a un teléfono prepago que compré en Quilicura. Esa fue la parte más difícil”.

Agregando: “Al hacerlo anónimo, lo envié como si fuera Daniel Sauer. Escribí algo como: ‘Hola, soy Daniel Sauer y así hice el fraude en Factop’”.

Según Topelberg, desde 2023 comenzó a recibir rumores de Villalobos quien “me empieza a decir que aquí pasan cosas raras y que pueden venir ilícitos y querellas y los empiezo a confirmar. Ya empiezo a ver los primeros ilícitos con falsificación de balances y otros instrumentos tributarios”.

Y que el día 22 de junio Villalobos le muestra un fragmento del audio que había grabado durante una reunión con Luis Hermosilla y Daniel Sauer.

Ese pedazo de grabación, según dijo Topelberg, donde se decía que debían ocultarle cosas, lo hizo caer en una crisis profunda cuestionando la amistad con los Sauer o si solo había sido utilizado todo este tiempo.

A su vez contó que Villalobos lo atosigaba insistiéndole que tenía que escuchar el audio completo, el que primero escuchó su señora y luego él.

“No pude soportar más la situación y decidí enviar el audio al fiscal Felipe Sepúlveda, un funcionario de la CMF, así como al medio periodístico Ciper y a mi abogado, José Coz. Lo hice por mi cuenta, sin dejar que nadie me convenciera de lo contrario. Quería ver si alguien realmente reaccionaría ante lo que estaba ocurriendo. Como era de esperar, se desató el escándalo, pero comencé a notar que nadie me llamaba. Me di cuenta de que, en el audio, yo era el único que podía probar su inocencia, y aún así, no recibía llamadas de la Fiscalía ni de nadie más”, contó.

“Mientras tanto, continúan llegando notificaciones de demandas y todo parece ir de mal en peor. Todos me ven como el responsable de haber filtrado el audio, pero yo no filtré nada. Solo envié el audio a las autoridades y a un medio periodístico, porque dudaba de la rapidez del Ministerio Público”, agregó.

Dijo que lo había mandado a Ciper porque “Ciper me pareció el medio más confiable. Desde que pasó la suspensión de una corredora, había generado una rutina, los domingos por la noche, de hacerme un martini y revisar lo que había en la web, y horrorizarme. Ciper, junto con El Mostrador, me parecían medios serios y fidedignos. No eran grandes como El Mercurio, La Tercera o La Segunda. Me parecía que realmente perseguían la noticia”.