En el marco de la inauguración de Sanfic20, el director Pablo Larraín, junto a sus pares, Maite Alberdi y Sebastián Lelio, fueron reconocidos tanto por su trayectoria en el cine nacional como internacional.
Fue en aquella instancia en que el hombre detrás de NO habló con Radio Duna sobre sus impresiones de la nueva versión del Santiago Festival Internacional de Cine y los principales desafíos para la industria chilena.
Respecto al homenaje que recibió junto a Alberdi y Lelio, el cineasta indicó que ” Nuestra productora Fábula tiene 20 años, al igual que Sanfic. Partimos juntos”.
“Está muy bueno que se enfoquen en lo que está ocurriendo acá, quizás más desconocido, pero se está produciendo harto en Chile, hay gente muy diversa, hay géneros de todo tipo, hay voces nuevas, hay voces más jóvenes y hay voces viejas, probablemente yo estoy entrando en la última categoría. O de los mayorcitos, por lo menos”, comentó el nominado a los Oscar.
Pablo Larraín y el presente del cine latinoamericano
Si bien el director reconoció la importancia de resaltar el trabajo que se está realizando en nuestro país, destacó que “quizás el desafío más grande es que nuestras películas sean vistas por otros países hispanohablantes”.
“Paradójicamente, las películas latinoamericanas se ven más en Europa, en Estados Unidos, en Europa, en Asia. Pero cuesta que se vean en otros países de Latinoamérica. También es un problema que pasa entre otros países americanos”.
¿Por qué crees que se da eso?
“Me lo he preguntado durante muchos años. No sé cuál es la respuesta. Pero nuestro cine, en nuestra lengua, no circula dentro de Latinoamérica. Aparece, a veces, una película muy conocida mexicana o argentina, eventualmente española, venezolana, brasileña, etc. Pero no hay una corriente de circulación”.
“Me parece que el cine se entera un poquito más tarde de las lecturas de algunas cosas, como que se demora en procesar, en madurar ciertas ideas. Se analizan cuando son hechos viejos. Y eso suele ser como una relectura, una reinterpretación de la realidad”.
Bueno, la historia por lo mismo siempre nos explica las cosas cuando pasa el tiempo y las vemos desde lejos.
“O no las explica, las insinúa y las hace más extrañas, quizás”.