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Karin Salgado, el trágico caso de la tens que denunció acoso laboral e inspiró la nueva ley contra este tipo de casos

Ahora, a cerca de 5 años desde su fallecimiento, se promulgó la Ley que lleva su nombre y que pretende que nunca más deba pasar algo como lo que le pasó a ella.

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1 Agosto, 2024

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Este jueves 1 de agosto se comenzó a implementar la Ley Karin, que tiene por objetivo erradicar el acoso laboral mediante diversas herramientas para sancionar a quienes incurran en estos actos.

En este sentido, la historia detrás de esta reforma grafica cómo el acoso laboral puede afectar enormemente a las personas, incluso, induciéndolas en la depresión.

De hecho, el nombre de la Ley lleva el de Karin Salgado, una tens que sufrió meses de acoso laboral y que por la falta de justicia sufrió de severos problemas de salud mental que la llevaron a quitarse la vida en 2019.

La historia de Karin Salgado, la tens que inspiró la Ley contra el acoso laboral

La trágica historia de la profesional de la salud comenzó en enero de 2018, cuando el hospital donde ella trabajaba, el Herminda Martin de Chillán, se inició un sumario por un caso de robo de elementos médicos, donde fue citada a declarar como testigo.

En una carta escrita por la Tens y enviada a las autoridades —que se reveló luego de su muerte— la mujer contó que la investigación interna se trataba de unas cajas de curaciones, las que habían sido sustraídas por una de las compañeras de Salgado, según revelaron cámaras puestas en el lugar.

Al interior de los escritos de Karin, la profesional contó que fue citada a declarar ante el fiscal de la investigación, Ricardo Sánchez, quien era el Servicio de Salud Ñuble y ante la actuaria y abogada, Paola Galaz, quien luego sería la encargada de dicho sumario y asumiría la jefatura del departamento jurídico de aquel Servicio.

En aquella instancia, Salgado aseguró que no podía decir si la compañera a la que se le imputaba el robo efectivamente lo hizo y que, en realidad, era bastante común que se sacaran este tipo de elementos, algo que estaba normalizado desde su jefatura, a lo que llamaban un “préstamo”, es decir, la enfermera jefe “prestaba”, las cajas de curaciones hasta el otro día, donde eran devueltas antes de hacer el conteo diario en un libro. Aquella práctica, aunque normalizada no era permitida.

El acoso que sufrió por meses

Frente a esta declaración, Sánchez le sugirió a Karin que modificara sus dichos, ya que estos podrían traerle problemas a sus superiores. Si bien se suponía que estas palabras eran anónimas y reservadas, a los minutos de terminar con su declaración, fue encarada por una de sus jefas por “involucrarla” en el caso, quien le digo que sus dichos ya las sabía la jefa de enfermeras del hospital y le advirtió que debido a eso la podían echar a ambas.

Ante esto, la tens se ofreció a cambiar su declaración, omitiendo el mencionado punto, para así no perjudicar a su jefa.

En su segunda cita con el fiscal, efectivamente Karin cambió su declaración, asumiendo la responsabilidad de que ella había sacado las cajas para después devolverlas, pero no se incluyó la responsabilidad de advertirle que si decía la verdad podía afectar a su jefa.

Además, su superiora cuando debió pronunciarse, dijo que Salgado era una mala trabajadora y que era conflictiva con el resto de sus compañeras algo que no se condice con lo dicho por el resto del personal del hospital. 

La persona encargada de los vales y del registro de los libros que eran manipulados por la jefatura también declaró de manera negativa a Karin.

Frente a todo esto, se realizó una reunión liderada por la jefa, donde se anunció cómo se iba a operar con la manipulación de las cajas para que estas no se extravíen. Además, recibió una anotación demérito y fue reprimida por la jefa de gestión de Enfermería por alimentar a algunos perros callejeros que se acercan al hospital.

La condena por el sumario

“Todo esto me llevó abajo anímica y psicológicamente, en mi trabajo no daba más, ya que debía trabajar con la colega que me falló sabiendo que todo lo que yo decía era verdad”, escribió posteriormente en su carta.

De ahí en más, la jefa de Karin comenzó una operación en contra de la tens, impidiéndole que sus compañeras se relacionaran con ella y amenazándolas para que atestiguaran en contra de la trabajadora.

Sumado a ello, los responsables de la investigación interna, eran bastante cercanos a las jefaturas y solían compartir en espacios públicos a la vista de Karin y sus compañeras.

Como resultado, el sumario terminó con una “suspensión del empleo por 30 días, con goce de un 70% de las remuneraciones de acuerdo a los artículos 121 y 124 del Estatuto Administrativo, por falta al principio de probidad administrativa” para Karin, quien en su condición de personal a contrata, tenía un sueldo de 599 mil pesos.

Además, se dejó una constancia en su hoja de vida y una anotación de demérito de seis puntos, quedando con nota 1.

“Mi actuar de sacar una caja era porque la señora a quien hice esta curación no tenía beneficio de enfermería a domicilio, y por su condición de salud, sin poder moverse (…) Ayudé a esta persona sin importar lo que pudiera pasar, aunque siempre estuvo permitido sacar estas cajas, pero para casos urgentes y yo como técnico en enfermería, no solo soy 8 o 9 horas, los soy fuera del hospital ayudando gente que yo vea que está en una situación extrema, ese fue mi motivo”, indicó la mujer en su carta.

Los meses finales

Ya en febrero de 2019, Salgado fue enviada a la farmacia del recinto asistencial y con un 50% menos de su sueldo, debido a que había sacado material en ciertas ocasiones.

Su jefa también recibió una sanción, pero lejos de la que obtuvo Karin: una calificación de 5 y una anotación de demérito, sin reducción de sueldo.

Frente a la situación de acoso sufrida en el Hospital y ante los problemas económicos que debía enfrentar producto de la disminución de su sueldo, la mujer cayó en problemas de salud mental.

Ante este escenario, Salgado decidió enviar una carta a la Contraloría, buscando retrotraer las sanciones: “Soy una funcionaria técnico paramédico, que dependo de mi única fuente de ingresos, cual es mi remuneración mensual”, afirmó.

Además, indicó que su remuneración era “administrada de la mejor forma posible para poder cubrir, a duras penas, todas mis responsabilidades. Con mi escaso ingreso debo hacer frente a diversos gastos cotidianos como el arriendo mensual de mi vivienda, por $180.000, pagar agua $25.000, luz $38.000 y dos préstamos que suman mensualmente $222.000, esto sin considerar mis gastos mensuales de primera necesidad como lo son mi alimentación, transporte, vestimenta, salud, etc”.

Pese a que le habían dicho que su apelación podría traer consecuencias positivas, esto no ocurrió, agudizando sus serios problemas.

Por su parte, sus compañeras intentaron ayudarla y la eligieron como la Mejor compañera, pero la jefa de Karin les negó la posibilidad de entregarles este reconocimiento, amenazándolas de que si lo hacían podrían tener consecuencias perjudiciales.

El lamentable final

Frente a esto, la depresión de Salgado se profundizó y empezó a generar graves consecuencias en ella. En octubre de 2019, la tens intentó suicidarse, en lo que sería una alarma.

Tras esto, sus compañeras comenzaron a preocuparse por el estado de Karin, solicitando al hospital conseguir una hora psiquiátrica para ello, lo que nunca ocurrió, siendo uno de los trabajadores del lugar quien pagó una hora con un psicólogo para ella.

Pese a que estaba sufriendo serios problemas con la depresión producto de las sanciones que recibió, su jefatura la mantuvieron en la farmacia del hospital.

Finalmente, el 11 de octubre, la mujer nunca más acudió a trabajar, luego de intentar quitarse la vida, en lo que fue su último turno en el Hospital.

Un mes después, Karin, sumergida en una depresión provocada por meses de acoso laboral decidió suicidarse.

Posterior al fallecimiento de la tens, su hermana, junto a excompañeras de Karin comenzaron un movimiento para buscar justicia por el acoso que sufrió durante meses y que la indujo en una terrible depresión.

Ahora, a cerca de 5 años desde su fallecimiento, se promulgó la Ley que lleva su nombre y que pretende que nunca más deba pasar algo como lo que le pasó a ella.

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