¡Muerte al fascismo! Esa fue la frase con la que el embajador de Venezuela en Chile, Arévalo Méndez, abandonó la sede diplomática ubicada en la comuna de Providencia. Esto tras la decisión del régimen de Nicolás Maduro de romper las relaciones diplomáticas.
El gobierno venezolano tomó la decisión de de retirar todo el personal diplomático de Chile y otros seis países de la región: Argentina, Costa Rica, perú Panamá, República Dominicana y Uruguay, todos países que no reconocieron los resultados entregados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano.
“Venezuela expresa su más firme rechazo ante las acciones injerencistas de un grupo de gobiernos de derecha, subordinados a Washington y comprometidos abiertamente con los más sórdidos postulados ideológicos del fascismo internacional, tratando de reeditar el fracasado y derrotado Grupo de Lima, que pretenden desconocer los resultados electorales de los Comicios Presidenciales efectuados este domingo 28 de julio, los cuales dieron la victoria como presidente de la República Bolivariana de Venezuela a @Nicolas Maduro, para un nuevo Periodo Constitucional 2025-2031″, apuntaba el mensaje del canciller venezolano.
Ante esta determinación del régimen venezolano, en conversación con CNN Chile que el ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, dijo que “es una decisión lamentable, verdaderamente inédita”.
“No tengo recuerdo de una medida de esas características y lo que revela es el aislamiento que tiene, en estos momentos, el gobierno venezolano”, agregó.
Respecto a cómo quedan las relaciones entre Chile y Venezuela, el canciller chileno sostuvo que “en un pie muy bajo, en un pie inédito, sólo propio de regímenes dictatoriales. No cabe la menor duda de eso”.