“Mi vida se convirtió en una tortura de día y de noche. A veces no puedo dormir, porque me desespero ante cualquier ruido o llamada en la noche. No solo estoy afectada yo, sino toda la familia (…) Ronald (Ojeda) era mi pilar. Mi mundo ha estado paralizado durante estos meses”, confesó a El Pais Josmarghy Castillo, la viuda del exmilitar venezolano.
Parte de las declaraciones de la venezolana se dieron luego de su fallida salida del país rumbo a Buenos Aires, Argentina, donde finalmente no pudo partir junto a su familia. Si bien, en la entrevista concedida al medio internacional, aseguró que no quiere hablar de ese tema, señalo que no se siente segura en nuestro país.
“Si antes me sentía insegura, ahora me siento peor. Tenemos miedo a represalias debido a que atraparon a uno más de ellos”, dijo luego de que se conociera la captura de uno de los involucrados en el secuestro de Ojeda.
Pese a ello, la viuda del asesinado, apuntó a que “nunca nos sentimos tranquilos. Yo le enviaba un mensaje a Ronald antes de llegar a casa, para que calculara el tiempo en que llegaría, porque si tocaba a la puerta y él no sabía quién era, comenzaba a ponerse nervioso. Nunca recibíamos visitas, nadie sabía dónde vivíamos, nos mudábamos mucho”, esto principalmente por las acciones de Ojeda contrarias al régimen de Nicolás Maduro en su país de origen.
Los temores de la familia de Ronald Ojeda
“No es un secreto los monstruosos crímenes del Tren de Aragua. No sentimos que tenemos las medidas de protección adecuadas. Cuando llegamos a Chile solicitamos refugio porque buscábamos seguridad, protección, considerábamos que era un país donde estaríamos seguras”, argumentó.
Incluso, Castillo va más allá, y aseguró que “el gran problema es que para Chile es muy difícil aceptar que ya no es un país seguro para los refugiados, al menos no lo es para los venezolanos” refugiados.
En este sentido, la esposa del exmilitar indicó que antes del asesinato de Ronald Ojeda quería “estar en un país más tranquilo y seguro, tener una casa propia, un negocio y, entonces, ampliar la familia”.
“No estamos seguras en Chile. Sabemos que esta banda transnacional (Tren de Aragua) tiene el control de muchas zonas chilenas, lo que es inseguro y riesgoso. Vivimos con miedo y angustia. Hemos hecho muchas cosas para protegernos y, a pesar de eso, no nos sentimos en calma”, reiteró.
Las razones detrás del asesinato del exmilitar
La mujer, por otro lado, señaló que el asesinato de su esposo tiene un claro componente político.
“La punta de lanza de esto fue la captura del capitán Ányelo Heredia —exmilitar venezolano arrestado por el régimen de Maduro acusado de orquestar un golpe de Estado contra el gobierno venezolano—, quien menciona a Ronald en su declaración. Al nombrarlo, aparte de que ya lo tenían en el ojo, se vuelve como una pieza clave”, declaró.
Respecto a los asesinos de Ojeda, Castillo mencionó que espera que estos sean juzgados y cumplan condena en Chile, ya que si lo hacen en Venezuela, “es como si estuvieran en un hotel de lujo”.
“Por eso nosotras pedimos ayuda al FBI, para que se logre identificar la huella que no se pudo cotejar en Chile y el ADN de los cabellos encontrados en el cuerpo de Ronald. Queremos dar con otros nombres, poner la alerta a nivel internacional y que estas personas sean capturadas”, expresó.
Además, la viuda de Ojeda concluyó que “las leyes chilenas deberían ser más duras con menores que cometen homicidios intencionales o secuestros. Este joven (presunto autor del secuestro de su esposo), que cuando fue detenido tenía 17 años, estaba consciente de que lo que hacía estaba mal”.