Este viernes, en el Palacio de Buckingham, el rey Carlos III recibió al líder del Partido Laboratorista, Keir Starmer, quien luego de un contundente triunfo de su colectividad, se transformó en el nuevo primer ministro de Reino Unido.
Esto tras la renuncia del ahora ex primer ministro, Rishi Sunak, representante de del Partido Conservador renunció pocas horas después de que se conociera el resultado de las elecciones parlamentarias, donde los laboristas consiguieron un total de 412 diputados, en desmedro de los conservadores, que solo llegaron a los 121 escaños.
“Con respeto y humildad, los invito a todos a que se unan a este Gobierno con vocación de servicio en su misión de poner en marcha una renovación nacional. Nuestra tarea es urgente, y comenzaremos hoy mismo”, afirmó Stramer durante su discurso en discurso inaugural a las puertas del número 10 de Downing Street.
La prensa internacional ha calificado la derrota de los “los tories” como un “tsunami de centro izquierda”, similar al registrado con Tony Blair en 1997, cuando el Partido Laborista logró posicionar a 418 parlamentarios.
Además, plantea que la derecha conservadora, por su parte, estaría pagando el precio del Brexit (para el 65% de la población fue un error), además del descenso en el nivel de vida de Reino Unido, que actualmente tiene el crecimiento más bajo del G7.
¿Quién es Keir Starmer?
El nuevo primer ministro de Reino Unido es un abogado de 61 años, especializado en derechos humanos. Starmer llegó al Parlamento hace nueve años, cuando en 2015 fue elegido para representar al barrio londinense de Holborn y Saint Pancras. En ese entonces, tenía 52 años, por lo que se considera que ingresó tarde a la política.
Su posición como líder del Partido Laborista la consiguió en abril de 2020, cuando desplazó a Jeremy Corbyn, caracterizado por tener una ideología más izquierdista.
Por otro lado, Starmer tendría bastantes puntos de encuentro con el rey Carlos. Ambos tienen una preocupación especial por la ecología y en materia de migración también coincidirían. El líder laborista prometió durante su campaña abandonar la deportación forzosa de inmigrantes a Ruanda, un plan que fue criticado por el monarca en 2022.